Granada

Casos particulares al calor de una causa común

  • Empleados de Eozen y el personal del hospital de Loja reclaman una solución en la manifestación

Todos los sectores profesionales tuvieron cabida en la manifestación del 1 de Mayo por las calles de la ciudad de Granada. La hostelería -que negocia en estos días su convenio laboral-, la industria del metal o la dependencia fueron de los colectivos que más destacaron a lo largo de la marcha que duró algo más de una hora. Quienes se hicieron notar con mayor intensidad fueron los empleados de Eozen, instalada en el municipio de Ferreira. Se trata del único fabricante de aerogeneradores de pala en Andalucía.

Los 34 trabajadores con los que cuenta hoy en día Eozen clamaron por una solución para el futuro de su situación laboral. Los empleados confían en que todas las partes involucradas tomen las medidas necesarias para que sea posible la retirada del concurso voluntario de acreedores que ha presentado la empresa ante el Juzgado.

El presidente del comité de empresa, Francisco Fornieles, explicó que la dirección de Eozen les ha transmitido su pretensión de seguir "buscando soluciones" y han confiado en que "no se caiga" el contrato que se ha conseguido con la firma alemana Vensys para la fabricación de 301 palas de aerogeneradores por un importe de 42 millones de euros, lo que garantiza la carga de trabajo para los próximos seis años y la "posibilidad de negocio".

Quién también sigue en la lucha es el personal sanitario que consiguió plaza en el Servicio Andaluz de Salud (SAS) para los hospitales de Loja y Alcalá la Real en Jaén. Ante el cierre de estas instalaciones -sólo están operativas las urgencias-, estos trabajadores públicos siguen sin asignación laboral dentro del SAS.

En esta cita tuvieron la oportunidad de conversar con la consejera de Salud del Gobierno andaluz, María José Sánchez, quien dijo que ellos "tienen un derecho que exigen, como es lógico, y nosotros tenemos que ver las soluciones que les podamos dar". Los "recortes del Gobierno central están detrás de esta circunstancia. Julio Matarín es uno de esos opositores agraciados con una plaza de la que por ahora no goza. "Llevamos 3 años a la espera, la situación de cada uno es penosa", apostilló.

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