indalecio sánchez-montesinos garcía. decano de la facultad de medicina

"Es imposible poner en marcha Bolonia sin dotación económica"

  • Optimista con el futuro, alaba la ilusión de sus alumnos y el trabajo de los docentes Pide más inversión y reflexión sobre el papel de la Universidad

-El año que viene la Facultad se muda al PTS. ¿Cómo va a ser el traslado?

-Para final de octubre será la recepción del edificio y para estrenarlo habrá que esperar al curso 2015-2016. Creo que tenemos todos claro que debe ser un traslado coherente. Hay que hacerlo cuando termine el curso académico.

-¿El traslado al PTS supondrá dar más impulso a la actividad de la Facultad?

-La Facultad de Medicina tiene un prestigio reconocido y creo que hay que seguir en la misma línea de trabajo con rigor y de trabajar con seriedad, para mantener la riqueza de la historia. No es tanto el lugar como darle el valor de las personas que trabajan en la Universidad.

-La nota de acceso en Medicina es de las más elevadas en Andalucía. ¿El traslado a una nueva sede implica más alumnos?

-No tiene nada que ver. El traslado es un cambio de ubicación. Son las personas las que permiten que la Facultad tenga el nivel que tiene. El número clausus depende de otros parámetros, no de la ubicación ni de la amplitud de la Facultad.

-¿Cree que los que quieren entran en Medicina ven esta titulación como un valor seguro a la hora de buscar trabajo?

-Medicina es vocacional. Los que vienen sacan buenas notas porque tienen vocación desde muy pequeños.

-Otro de los cambios que ha afrontado la Facultad es el tránsito al grado del Plan Bolonia. ¿Puede hacer un balance?

-Creo que hay que esperar al final para hacer el balance y sacar todas las cuestiones positivas y lo que queda por mejorar, que por supuesto que lo hay. Hay margen de mejora y ahí está el estímulo y el reto. Es un plan nuevo y hay que adaptarse a él y a las circunstancias.

-¿Puede señalar alguno de esos puntos positivos y algo que haya que mejorar?

-Las competencias prácticas son algo muy positivo. Ahora se definen con mayor rigor las competencias que tiene que adquirir el alumnado y lo que tiene que enseñar el docente, y eso supone una garantía para todos. La parte más negativa es que es muy difícil poner en marcha un plan de estudios pensado razonablemente con unos objetivos importantes sin una dotación económica. Eso es imposible. Lo que hemos hecho es sacar partido a los aspectos positivos.

-Una de las salidas para los recién licenciados es trabajar en el extranjero...

-Tienen preocupaciones, como todos. Pero tienen una ilusión enorme. Nos transmiten que esto va a mejorar seguro porque son ellos los que van a tomar las riendas. No me preocupa que se marchen, sino crear una estructura que les permita volver. Marcharse es una riqueza, lo bueno es que sea voluntario, pero si es así porque las circunstancias lo mandan también hay que sacarle el lado positivo.

-¿Ve en ellos preocupación por las medidas que se toman en relación con la sanidad pública?

-Son personas muy críticas, tienen muy claro la responsabilidad que tienen, pero les veo muy ilusionados.

-Uno de los problemas que sufre la Universidad es la limitación a la hora de contratar profesorado. ¿Cómo es la situación en Medicina?

-Hay preocupación no sólo entre el profesorado, también en el equipo de gobierno y en el propio decano. Cuando tomé posesión, hace seis años, le dije al rector que el relevo generacional era una cuestión a resolver, y que no queríamos que se convirtiera en un problema. Para ello hay que tener en cuenta la situación real, lo que llamamos el cociente entre la carga docente -que a mí no me gusta llamarlo carga sino la dedicación docente- y el potencial docente que se tiene. Y hacer una distribución coherente entre lo que hay que enseñar y ese potencial. A partir de ahí se debe hacer una proyección en futuro para ofrecer las plazas, en su momento, a jóvenes que puedan cubrir el relevo generacional. Hay una sensibilidad enorme tanto en el Rectorado como en el Servicio Andaluz de Salud, y eso hace que podamos trabajar conjuntamente y que se impliquen otras instituciones, como el Colegio Oficina de Médicos, Iavante o la Escuela Andaluza de Salud Pública.

-¿Entre los profesionales de la salud hay interés por ser profesor?

- Con la vocación de médico está la de enseñar. Transmitir conocimientos en este caso a estudiantes va de forma consustancial a la vocación de médico.

-¿Cuántos profesores serían necesarios?

-Hay que hacer un estudio sobre esas necesidades y estamos en ello. Habría que ver más allá de este momento puntual, sino a lo largo del tiempo.

-En el informe de expertos encargado por el Ministerio de Educación para la reforma del sistema universitario se apunta a la endogamia entre el profesorado...

-Existe, pero no creo que sea un problema de la tasa de reposición. Lo real, es que es muy difícil y cada vez más que los profesores puedan tener un cambio de lugar para desarrollar su profesión. La movilidad sí se ha mejorado, pero yo me refiero a poder optar a una plaza en una universidad en la que no estés. Eso no se da en la Universidad, independientemente de la tasa de reposición, y habría que analizar las causas.

-El mismo informe critica la falta de investigación...

-Hay que dar las herramientas para poder investigar. Aquí los profesionales deben dedicarse a la asistencia clínica de forma importante, y por otra parte dar las herramientas para poder investigar. No se puede estar las 24 horas del día haciendo docencia, investigación, asistencia, gestión y conciliación familiar. Es imposible. Si esos son los objetivos que tenemos hay que dar las herramientas y el reconocimiento a lo que hacen para que el aumento de la productividad y de la investigación sea una realidad.

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