Combinación de cinco versos octosílabos, con dos diferentes consonancias, ordenados de modo que no vayan juntos los tres a que corresponde una de ellas, ni los dos últimos sean pareados. Con esas palabras define el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española una de las formas poéticas propias de cada Corpus granadino. Con casi total seguridad, a quien se le recite esa enrevesada explicación se preguntará, ¿y qué tiene que ver esto con la Tarasca, el ferial, las casetas o el rebujito? Mucho. Es la quintilla, centro de una de los elementos más emblemáticos de estas fechas: las carocas.

Como todos los años, las hay para todos los gustos. Desde las que alaban las hazañas deportivas de los equipos de la capital o la provincia hasta las que recuerdan sucesos simpáticos que nadie imaginaría que podrían pasar en cualquier metrópoli mundial. Y es que ya se sabe, todo es posible Granada -o en GranHada, como le gusta decir a MagoMigue-. Pero, ¿qué sería de una caroca sin una pizca de 'malafollá' bien entendida?

"Son notas de color; el jurado siempre valora, en primer lugar, una cuestión técnica: que la composición de la quintilla esté bien hecha ya que no deja de ser una rima clásica y, por tanto, tiene que ajustarse a los parámetros de la métrica. En segundo lugar, que el tono de broma jocoso y la crítica sea una crítica simpática, una crítica cordial y haga un repaso de lo que ha sido el devenir de la ciudad durante los otros 365 días del año", enfatizó el concejal de Cultura en el Ayuntamiento de la capital y miembro del jurado, Juan García Montero. "Se trata de una tradición muy importante de nuestras fiestas que, junto con la Tarasca y la procesión del Corpus, es uno de los tres elementos fundamentales".

Son un total de 20 las escogidas para ser expuestas en la genuina Plaza Bib-Rambla. Sólo dos decenas de, aproximadamente, 500 propuestas enviadas a los jueces del concurso. La ganadora en esta edición gira en torno a la muerte. Es un juicio satírico acerca de las tasas aprobadas por la empresa municipal que gestiona el Cementerio de San José, Emucesa. "Las rebajas de Emucesa me producen depresión, y me como la cabeza pensando que he de estar 'tiesa' 'pa' pillar el ofertón", reza la caroca.

Igualmente, el premio especial de la Diputación Provincial ha sido para una quintilla que compara en forma de chiste la segregación de Valderrubio con el sentimiento independentista que aflora entre algunos de los sectores de la población catalana. Su ilustración es una imagen en la que aparece un vecino del municipio número 169 de la provincia que dialoga con Artur Mas, presidente de la Generalitat de Cataluña, ataviado con una barretina y una camiseta con los colores de la bandera de su comunidad. "La que se trae Artur Mas con lo de la independencia, y Valderrubio al final consiguen con gran paciencia su autonomía local".

El célebre rincón cercano a la Seo capitalina se colmó de actividad en la mañana de ayer. Ya casi desde primera hora, una charanga amenizaba la visita de los curiosos que se acercaron. Los pasodobles y las composiciones populares e infantiles eran sus principales interpretaciones. Los músicos, además, animaron a todos los que se agolpaban a su alrededor, con divertidos bailes y mostrando el ritmo que llevaban dentro. En definitiva, se trataba de sacar una sonrisa a los granadinos, a pesar de que fuese lunes. Y acabaron recibiendo los vítores de ese improvisado público que disfrutó con sus notas musicales.

Pero, sobre todo, había niños. Una multitud de infantes dispuestos a comenzar su particular semana de feria. Para ellos, no en vano, se habían preparado decenas de actividades, columpios hinchables y pequeños teatros con títeres. Un colorido y una alegría que invadió todas las calles del centro histórico.

El patio consistorial, asimismo, es testigo estos días de varias actuaciones flamencas, exposiciones de trabajos o una muestra de fotografías antiguas propiedad de Fernando García Noguerol. Todo es poco para pasar "un rato agradable" antes de subir, ya por la noche, al ferial. "Intentamos que la animación sea muy buena, tratamos que la gente pueda gozar de unos días de paz y de disfrute y se olvide de los problemas... Si lo conseguimos durante siete días, bien hecho estará", culminó el alcalde en funciones de Granada, Juan Antonio Mérida.