Movilidad busca 30 inspectores para el nuevo sistema de autobuses

Cuando hace un par de años comenzó a hablarse en Granada del nuevo sistema de autobuses LAC los trabajadores no dudaron en mostrar su preocupación ante la reducción de conductores que acarrearía la eliminación de líneas por el centro. Para tranquilizar a los empleados, desde el Ayuntamiento se garantizó que no se prescindiría de ninguna persona sino que los 'sobrantes' se reconvertirían en inspectores, dado que el nuevo sistema obliga a sacar el billete antes de montarse en una máquina situada en las marquesinas. No hay duda de que el sistema puede incitar a los amantes de la picaresca a subirse al autobús sin billete, de ahí la importante labor de los revisores.

Dos años después se sabe que el nuevo sistema de transporte público no solo no reducirá la plantilla sino que ayudará a crear empleo. Y es que los últimos ajustes en los recorridos de las líneas generados tras el diálogo con vecinos y asociaciones ha obligado a aumentar los kilómetros de los vehículos, por lo que los 280 conductores de la empresa tienen ya asignada una línea en el nuevo sistema de transporte público.

Esto significa que Granada necesitará entre 20 y 30 personas que se encarguen de ejercer esa labor de inspección así como de informar al usuario de cualquier duda que le genere el nuevo modelo de autobuses.

"Ha habido un crecimiento en el número de kilómetros motivado por el aumento en el recorrido de las LAC que irán hasta Cruz del Sur, esto significa que cada autobús tendrá que hacer un kilómetro más. Además, ha habido modificaciones y retoques en las líneas para mejorar las frecuencias", apuntaba la concejal de Movilidad en el Ayuntamiento de Granada, Telesfora Ruiz.

El gerente de la empresa Rober, Francisco Gámez, reconoció que la decisión sobre cómo se elegirá a estos revisores no está todavía cerrada, aunque están trabajando para que el próximo día 29, cuando el nuevo sistema comience a funcionar, todo esté a punto.

"Todos nuestros conductores (en torno a 280), están reubicados en las nuevas líneas, ahora tenemos que decidir cómo resolvemos el tema de los inspectores", apuntó el gerente de la empresa pública de transporte, Rober.

La buena nueva ha sido recibida con los brazos abiertos por los trabajadores de la empresa que ya han empezado a ver caras nuevas entre la plantilla. Francisco Barranco, presidente del comité de empresa, mostró ayer su satisfacción ante la incorporación de nuevos empleados a la empresa.

"Con el nuevo sistema haremos más kilómetros de los que estamos recorriendo actualmente -que rondan los 6,6 millones al año-, y eso permitirá a la empresa introducir caras nuevas en el servicio", comentó satisfecho el presidente del comité de empresa de Rober, quien reconoce que el hecho de que con las LAC los conductores sólo tengan que dedicarse a llevar el vehículo y no a vender billetes supondrá una gran liberación para ellos.

Según explica Barranco, hay bastante "ilusión", sobre todo entre algunos conductores por ponerse a los mandos de los nuevos vehículos LAC. El reparto de las líneas de autobús se hace por rotación de forma que todos los conductores pasen por todas las rutas y vayan rotando cada mes por cada autobús. Un ejemplo, si una línea tiene 5 autobuses, el conductor pasará 5 meses por esa línea y luego cambiará a otra. La elección inicial de las líneas se realiza mediante un sorteo.

"Siempre hace ilusión coger un vehículo nuevo y probar el novedoso sistema pero con este sistema todos podremos probarlo", apuntaba ayer el presidente del comité de empresa.

Quienes están fuera de este sorteo son las personas mayores de 53 años a los que se le dan unos destinos más tranquilos, son las llamadas 'líneas cómodas', aquellas con menos viajeros que pasan por barrios tranquilos y que tienen menos trasiego de personas.

Ahora los trabajadores, inmersos en plena negociación de su convenio colectivo, confían en que sigan las buenas noticias y que sus condiciones laborales también vayan por el buen camino.