Granada

Granada recibe a la Tarasca más torera

  • La Pública pasea por las calles de la capital con un vestido corto con aires de fiesta en tonos verde agua y un recogido chocolate.

AHORA sí que sí. El Corpus de Granada dio ayer el  verdadero pistoletazo de salida con la esperada aparición y posterior desfile de la tradicional Tarasca que este año, sorprendentemente no defraudó, o al menos no demasiado. Desde primera hora de la mañana la Pública esperó junto a los Reyes Católicos en la plaza del Carmen la llegada de gigantes y cabezudos ante la atenta mirada de cientos de granadinos que ya paseaban por la plaza del Carmen y por supuesto opinaban. Que si el pelo es bonito, que si el maquillaje excesivo, que si el vestido es mono pero a mí no me entra, fueron algunas de las grandes perlas que esta Tarasca 2014 provocó entre los más madrugadores.

Sin embargo, el verdadero ambiente festivo comenzó hacia las once horas cuando la Banda Municipal de Música empezó a resonar  a ritmo de platillos y trombones y los granadinos y resto del personal de aquí y de allá se reorganizaron alrededor de las vallas para seguir de cerca la procesión más festiva  de la ciudad de la Alhambra. El reír de los niños, el palpitar de los globos en el cielo y el ritmo fueron las claves decorativas y musicales de una mañana de fiesta que puso a bailar a media Granada.

Mientras el público esperaba movimiento bajo el sol, en el interior del Ayuntamiento los concejales seguían trabajando, pero en una tarea bastante más grata que la habitual, caracterizada por las grescas y los presupuestos. En esta ocasión, el actual alcalde en funciones, Juan Antonio Mérida, entregó tres distinciones a los encargados de poner guapa a la Tarasca, María Isabel Penela, en el diseño, José Montesinos en la peluquería e Ivón Serrano al maquillaje en un  ilusionante acto. "En nombre de la ciudad de Granada, doy las gracias a los tres encargados del vestido, el maquillaje y la peluquería porque la Tarasca es un elemento de referencia en la ciudad y el trabajo que han hecho los tres es digno de ser homenajeado", dijo Mérida, que añadió entre risas que este año la Tarasca iba  dicho en lenguaje granaíno: "mu bonica y colleja".

Por su parte la diseñadora encargada de vestir a la Pública, María Isabel Penela, pudo por fin opinar acerca del traje en tonos verde agua después de varias semanas de secretos: "He querido mostrar la moda andaluza con un vestido especialmente pensado para la Tarasca con los colores más de moda, como el verde agua y un bordado que representa abanicos y flores porque estamos en Feria". Además, según aclaró, no solo está inspirado en el Corpus, sino también en la fiesta de los toros, a través de "un capote y una línea base de años cincuenta".

Sobre el peinado, también habló José Montesinos, que afirmó que el color del pelo es un marrón chocolate muy de moda en un recogido. Por último, Ivón Serrano dijo que escogió unos ojos en tonos verde agua, a juego con la vestimenta y unos intensos labios coral también a la última.

Para Penela y Serrano era la primera vez que veían la Tarasca desde el otro lado de la valla. Un lugar privilegiado donde lo único malo son las críticas de los granadinos, deporte por excelencia. Sin embargo, los tres afirmaron que aceptarían las opiniones con humor y así lo hicieron, aunque este año, sin duda, están de enhorabuena, pues los cientos de asistentes a la procesión no pusieron demasiadas pegas. "La Tarasca nos parece muy alegre. El peinado lo veo antiquísimo pero el vestido me encanta, es muy andaluz estilo torero, muy favorecedor para las personas delgadas. Además la charanga que la acampaña anuncia a los granadinos que empieza de verdad la fiesta", detalló Cati Moral que acudió a la plaza del Carmen con su esposo, su hermano, la mujer de éste y su nieta. Por otra parte, otra señora dijo que este año "va muy bien, aunque yo no me puedo poner este vestido". Para ella, los colores son muy bonitos, aunque el mayor éxito de la Tarasca, sin duda, es la música de la Banda Municipal, que "nos ha alegrado a todos".

Tras el acto de entrega de galardones, los concejales, en ausencia del alcalde, José Torres Hurtado, que continúa recuperándose del infarto de cerebelo ya en casa, bajaron a la puerta para despedir al maniquí que partía hacia el Centro de la capital. Éste se marchó con un auténtico musicón que invitaba más bien a largarse a la Feria y pegarse una copichuela.

Finalmente, tras recorrer las calles de la ciudad de la Alhambra que permanecieron abarrotadas durante todo el tiempo, volvió a casa, inaugurando así una de la de las jornadas más fuertes de la semana.

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