La magia de los acordes, el baile y el fulgor  de los fuegos artificiales inundaron ayer la explanada del Palacio de Congresos. El Ayuntamiento de Granada escogió este espacio de la capital para despedir las fiestas con un concierto y un espectáculo pirotécnico que cada vez reúne a más granadinos. Sobre las diez de la noche, el entorno del río Genil se convirtió en un fluir de vecinos y turistas que no dudaron en sentarse en las escaleras del palacio para disfrutar de lo que vino después: el concierto extraordiario de clausura a cargo de la Banda Municipal de Música dirigida por Miguel Sánchez Rufaza y el recital de bailes y cantos de Juan Andrés Maya. Por último, los fuegos artificiales pusieron el broche final a las fiestas. El año que viene, más y mejor.