El aprobar y quedarse sin plaza es algo común a la hora de presentarse a una oposición o una prueba como la selectividad. No hay lugar para todos, y gana el mejor. Se requiere de competitividad y excelencia, elementos que exigen madurez y cierta edad. Plantear esta criba con niños de 11 años parecería a priori una locura, y sin embargo en Andalucía este proceso se está llevando a cabo en el acceso a las Enseñanzas Artísticas Profesionales de carácter musical: los conservatorios. La reivindicación de los padres y madres es clara: exigir que los alumnos aprobados puedan continuar su formación reajustando las plazas, que no deben de reducirse. El equipo de gobierno del Partido Popular llevó ayer estas quejas al pleno del Ayuntamiento para instar a la Junta de Andalucía a reconsiderar la situación, ya que hay 46 alumnos entre 11 y 13 años afectados en Granada y provincia, sumando más de trescientos casos así en toda la Comunidad Autónoma. Todos los grupos municipales se sumaron a la protesta de los padres y dieron su apoyo a la moción, incluyendo PSOE y UPyD (en un principio descolgados), e IU (que la apoyó desde un principio), logrando entre todos la unanimidad absoluta.

Desde el PP consideran que esta situación se debe a "una mala planificación por parte de la Junta. Hablamos de estudios básicos que no se pueden comparar, como nos han dicho desde allí, a enseñanzas universitarias". Consideran además que no supondría un esfuerzo económico el reorganizar las plazas, siendo "más una cuestión de voluntad política que otra cosa, y pudiendo solucionarse con un poco de sensibilidad", en palabras de Jorge Saavedra, concejal de Educación. Izquierda Unida declara "no entender cómo puede cortarse un ciclo que puede suponer un proyecto de futuro. La Junta debe sentarse con los padres, hablar con ellos, y darles una solución". Un hecho que no se ha producido aún, ya que la Consejería de Educación ha dado la callada por respuesta ante las quejas de las asociaciones de padres. Ignacio Sáinz, presidente del AMPA del conservatorio granadino, encuentra en esta maniobra "un recorte encubierto. A menos alumnos, menos profesores". Sin embargo, lo más grave no es esto, sino "la falta absoluta de planificación en la gestión. No pueden ofrecerse muchas plazas al inicio del Grado Elemental para luego reducirlas drásticamente a mitad de camino. Se cargan la ilusión de nuestros hijos, que habiendo superado la prueba incluso con calificaciones de notable y estando preparados para el Grado Profesional no pueden avanzar". Entre su AMPA y el resto de asociaciones andaluzas están llevando a cabo diferentes actos para solucionar este tema, entre los que se encuentran concentraciones musicales, la elaboración de una plataforma en Facebook, la recogida de firmas o la presentación de una queja ante el Defensor del Pueblo. Aunque logren conseguir los objetivos propuestos, según Ignacio Sáinz hay un problema de base que va más allá, y que se traslada a nivel nacional en "una falta de coordinación absoluta entre las Enseñanzas Artísticas y el resto de enseñanzas. No hay más que ver el caso de los conservatorios superiores, que se hayan en un limbo desde hace unos años". Hace así referencia al problema que se da en las Enseñanzas Artísticas Superiores, a las cuales se arrebató el estatus de grado universitario una vez se habían aprobado los planes de estudios adaptados a Bolonia. "España necesita una propuesta seria para regular los conservatorios, como se hizo en Bellas Artes en los años 80. Mientras tanto, la mala gestión es una enfermedad sistemática".