Granada

López Calera, el recuerdo hecho calle

  • Granada rinde homenaje al catedrático de Filosofía del Derecho por su emblemática labor en la Universidad Se ubica en el barrio del Zaidín, al que el profesor catalogaba como "extramuros"

"Si había algún tema en la ciudad que tuviera que ver con la filosofía del derecho o con los derechos humanos, siempre se preguntaba: ¿Qué dice Nicolás de esto?". Estas fueron las palabras que el alcalde en funciones, Juan Antonio Mérida, le dedicó ayer al profesor y catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad de Granada, Nicolás López Calera, uno de los referentes tanto en la UGR como en la capital granadina.

Ayer se le rindió nuevamente homenaje a este profesional, pero esta vez dedicándole una calle en el Zaidín, donde luce una placa que reza Profesor López Calera. En el acto estuvieron presentes tanto el alcalde en funciones, como el concejal de Relaciones Institucionales y Patrimonio, Eduardo Caracuel, y otros políticos en calidad de público. Además, grandes representantes de la universidad no quisieron faltar al evento, como el filósofo y magistrado del Tribunal Constitucional (TC), Andrés Ollero; el decano de la Facultad de Derecho, Miguel Olmedo; y la viuda del homenajeado, María Luisa Espada, profesora de Derecho Internacional Público, acompañada de su nieto Nicolás.

María Luisa Espada, agradecida por este acto y, con la voz entrecortada, habló de lo feliz que estaría su esposo de tener una placa en este barrio del Zaidín. "Me gusta que el nombre de Nicolás descanse en este barrio porque, según una palabra de mi padre, el sitio es un barrio de 'extramuros' de la ciudad, fuera de la élite de la sociedad burguesa, y porque eso no significa que no estuviera comprometido (con su trabajo y la ciudad)", explicaba. Este barrio es "intercultural" y de "integración", y está cerca del estadio Nuevo Los Cármenes, al que tanto a su esposo como al nieto les encantaba ir.

Andrés Ollero, "gran amigo" de Nicolás según María Luisa Espada, también quiso dedicarle unas palabras, en las que resaltó tres puntos muy importantes del gran profesor López Calera. La primera es una "responsabilidad pública. Él pensaba que lo que tenía que hacer lo tenía que hacer por los demás". La segunda, "una honestidad a prueba de bomba, honestidad escrupulosa". Y la tercera, "una independencia muy original, pero no de compromiso, sino de evitar una causa maniatada. Era enemigo de las disciplinas", afirmó. Este magistrado hablaba de Nicolás y del amor que sentía por Granada. "Él siempre ha estado muy convencido de que no hay nada en el mundo como la gente de aquí", sostuvo.

Asimismo, Miguel Olmedo quiso agradecer al Ayuntamiento de Granada que haya aceptado la propuesta de este homenaje, inspirado por Andrés Ollero, de que le concediera una calle a "nuestro querido y amado profesor". "Son muchos los estudiantes que han pasado por sus manos y muchos los profesores que hoy lo recuerdan. Sentimos nuestro cariño hacia él y su esposa", alegó. Por último, este decano de la Facultad de Derecho concluyó reiterando la "evidencia" de que "la UGR y Granada colaboran de forma muy estrecha".

López Calera era uno de los más emblemáticos tanto de la Facultad de Derecho como de la ciudad granadina. Ahora podrá descansar en el barrio del Zaidín gracias a este conmovedor homenaje, en el cual sus amigos de la Universidad de Granada, los políticos y los estudiantes de la UGR le recordaron con nostalgia.

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