Las piscinas son, sin duda alguna, las protagonistas del periodo estival. Las altas temperaturas se hacen más amenas gracias a ellas y sirven como distracción a los niños y mayores que no pueden disfrutar de una jornada playera. Pero este escenario no es sólo una alternativa para el ocio sino que, cada vez más, se está convirtiendo en un medio de trabajo para muchos.

Este año, en torno a 700 personas en la provincia de Granada se han formado como socorristas a través de la Federación Andaluza de Salvamento y Socorrismo Acuático (FASS) . Pero no son los únicos que se dedican a ello, otros 500 alumnos se han formado en esta especialidad a través de la empresa Formac-Sport según la responsable de la misma, Cristina Calero. Tras la realización de estos cursos son muchos los alumnos que encuentran un hueco en el mercado laboral, ya sea para cubrir los tres meses de verano o el año entero en piscinas cubiertas, privadas u otro tipo de instalaciones. El instructor de la Federación Andaluza de Salvamento y Socorrismo Acuático, Javier Villanueva, cifra en un 80% la inserción laboral de los alumnos con esta formación.

La oferta de los cursos se extiende a lo largo de todo el año. Pero es la época de verano donde éstos alcanzan su máxima difusión año tras año. Lo que si viene cambiando, en comparación con otros años, es el perfil del usuario. "Los cursos son solicitados por gente joven, deportista y con formación anterior en natación" afirma Villanueva. Son jóvenes de entre 16 y 30 años aunque, como destaca la responsable de la empresa granadina Formac-Sport, Cristina Calero, el perfil de los usuarios está cambiando "debido a la crisis económica". No sólo encontramos personas jóvenes como alumnos de estos cursos sino que cada vez son más las personas de mayor edad que se inician en esta formación buscando una vía de financiación gracias a ellos.

Uno de los requisitos básicos que se le exigen a los alumnos es que se encuentren en una buena condición física y que tengan una buena formación en natación. Por este motivo, la mayoría de ellos provienen de estudios superiores como Magisterio, grado en Ciencias de la Actividad Física y Deporte, TAFAD o INEF entre otros.

Ya sea por jóvenes o mayores, las plazas de los cursos de socorrismo suelen cubrirse en su totalidad llegadas las fechas veraniegas, como viene siendo tendencia desde hace algunos años ya que se dota de una formación complementaria a los alumnos de las titulaciones citadas anteriormente y abre las puertas a una posible profesión.

La realización de estos cursos de socorrismo es necesaria e imprescindible para desarrollar esta labor de salvamento de forma segura. A los usuarios de estos cursos se les recomienda que obtengan otro tipo de conocimientos complementarios al que reciben con el curso de socorrismo acuático para complementar así su formación. Casos como los cursos de primeros auxilios psicológicos, o los primeros auxilios terrestres, impartidos por instituciones como Cruz Roja se consideran "fundamentales" para que estos futuros salvavidas.

Los socorristas hacen frente a largos días de piscina perfectamente cualificados y capacitados para realizar su misión: velar por la seguridad y bienestar de los que allí se encuentran. Porque, mientras que el resto disfruta de un jornada de diversión con la familia o los amigos, ellos, siempre alerta, vigilan desde su silla para evitar cualquier accidente.