Las cuevas del Cerro de San Miguel son desde el año 2006 uno de los principales quebraderos de cabeza del Ayuntamiento de Granada. Ocho años en los que han intentado por todos los medios desalojar las cuevas, sellarlas, identificar a los propietarios y recuperar el cerro. Y todo sin ningún resultado. Eso sí, los vecinos del Albaicín siguen manifestando una y otra vez en las juntas de distrito las molestias y la inseguridad que ronda en sus calles ante el ir y venir de los cambiantes moradores de las cuevas. Dispuestos a poner coto a esta situación, los partidos políticos decidieron unirse ayer en una comisión que estudiará la situación del Cerro de San Miguel. También formarán parte de esta comisión los vecinos y colectivos de la zona con la intención de diseccionar los problemas de la zona.

"La realidad del cerro es muy compleja es necesario presentar un proyecto de intervención social con Vivienda y Cultura. La zona necesita un proyecto de intervención social, en el que participen todos los afectados, así como preservar su valor paisajístico y arqueológico. Y necesitamos saber de una vez por todas quiénes son los habitantes", argumentó el portavoz municipal de IU en el Ayuntamiento, Paco Puentedura".

El concejal del PSOE, Miguel Ángel Fernández Madrid, cree que, además de erradicar los problemas de inseguridad, es esencial proteger una de las zonas más emblemáticas de Granada, por lo que propuso en el pleno que se traslade a la Junta de Andalucía una petición para que la zona tenga la máxima protección en la Ley de Patrimonio Histórico.

Hubo más buenas noticias durante la sesión plenaria de octubre. Y, por primera vez en mucho tiempo, el salón de actos fue ocupado por varios colectivos dispuestos a darle un aplauso a los corporativos del Ayuntamiento de Granada. Fueron los vecinos de Santa Adela, que están viendo cómo se desbloquea la tercera fase de rehabilitación del barrio y los comerciantes con alquileres de renta antigua.

En el primer caso, los vítores respondían a la aprobación inicial de la innovación puntual del PGOU en Santa Adela que ayer se llevó el visto bueno de todos los partidos políticos. En el segundo caso, respondían a la moción conjunta de todos los partidos para instar al Gobierno a que prorrogue los contratos de renta antigua hasta que se adapte la normativa y para que se les facilite el traslado a otros locales durante el tiempo de la prórroga.

En aras a seguir facilitando la vida de los vecinos, la corporación aprobó una moción del PSOE para dejar sin efecto el próximo año el incremento del IBI del 10% que viene impuesto por el Gobierno de la Nación. Está por ver si en Madrid escuchan la petición de los granadinos, pero al menos lo van a intentar. Hubo menos consenso cuando se trataron los temas económicos. El primer punto que dividió a los partidos fue la aprobación de una transferencia de crédito en productividad por el Mundobasket. 17.800 euros que irán para el personal de la Concejalía de Deportes y que los partidos de la oposición se negaron a aprobar hasta que no tengan la relación de nombres, cuantía y actividad que desarrolló cada uno de los beneficiarios de esta gratificación. Otra de las partidas más cuestionadas fue la de los servicios extras de Policía Local y Bomberos por valor de 338.000 euros. El portavoz de IU, Francisco Puentedura cree que al equipo de gobierno se le están yendo de las manos las horas extras. Para Baldomero Oliver, concejal del PSOE, existe un problema estructural de falta de personal que dispara esas horas extra para suplir un problema más profundo.

El nuevo sistema de transporte tampoco faltó en este pleno, como viene siendo habitual desde su implantación. Esta vez fue a cuenta del reparto de dividendos tras la futura disolución de Emuvyssa que se destinarán a pagar la última cuota a la FISU por la Universiada y las modificaciones de la LAC por valor de dos millones. "La LAC lleva 100 días funcionando y ya se han tenido que aportar dos millones extra", declaró Puentedura. "Y cuántas veces se le ha dicho a los vecinos de Santa Adela que no había dinero ni para arreglar una cubierta de Santa Adela", reflexionaba Oliver.