Granada

El SAS expedienta a una decena de médicos por vulnerar su contrato de exclusividad

  • Los sanitarios se enfrentan a sanciones que van desde la suspensión de empleo y sueldo a la devolución de la totalidad del complemento salarial, unos 700 euros mensuales

Salud ha detectado ya que más de una decena de médicos del Servicio Andaluz de Salud (SAS) trabajan de forma paralela en el sector privado pese a cobrar un plus de exclusividad de entre 600 y 700 euros mensuales. La Junta, que considera esta práctica una infracción administrativa, no da información sobre el número exacto de sanitarios implicados ni de las sanciones definitivas al tratarse de datos confidenciales pero en los centros sanitarios la alarma ha saltado.

En Granada, según ha podido conocer este periódico, serían una decena los médicos que ya han recibido la inspección de su actividad laboral pero la cifra podría ser mucho mayor. En otras provincias, por ejemplo en Sevilla, la cifra supera los 100 médicos y en Málaga, se ha detectado ya a 50.

La inspección no sólo se está realizando en hospitales sino en Atención Primaria y afecta no sólo a médicos sino también a otras categorías, como farmacéuticos. Lo que se persigue es a los profesionales que trabajan en el ESAS y cobran la dedicación exclusiva pero que de forma paralela ejercen en la privada ya sea en centros y hospitales o en consultas propias.

De momento, ninguna sanción es definitiva, aunque los médicos implicados se enfrentan a multas que van desde la suspensión de empleo y sueldo hasta la devolución de la totalidad del Complemento Específico de Dedicación Exclusiva cobrado hasta ahora.

Desde el Sindicato Médico de Granada, consultado sobre esta campaña de expedientes, denuncian que Andalucía sea una de las tres regiones, junto a Asturias y Galicia, donde se mantiene este contrato de exclusividad. "Entendemos que cuando un médico cumple con su horario y su jornada de forma escrupulosa, en su tiempo libre debe tener la opción de hacer lo que quiera", como este segundo trabajo privado, opina Carmen Serrano.

Sobre el riesgo de que un profesional de la pública que también tenga trabajo privado desvíe pacientes o condicione una actividad a otra, Serrano dijo que esa desviación si la hay es anecdótica y que "los profesionales saben cuál es su papel". "La desviación no la hacen los médicos sino que los propios ciudadanos se están derivando a la medicina privada por la descapitalización del sistema público. Además, están proliferando los seguros de salud privados por el daño en la atención a los pacientes que están haciendo los recortes".

Además, detrás de esta doble actividad se puede esconder también la necesidad de algunos profesionales que han visto recortado su sueldo de otros ingresos. De hecho, el personal que está contratado al 75% también tiene esta exclusividad pese al recorte de su salario y su inestabilidad laboral.

Pero no es una situación nueva. Esta práctica se ha llevado a cabo durante años y hasta ahora el SAS ha hecho la vista gorda y había jefes de servicio, facultativos y eventuales que por las mañanas trabajaban en un sitio y por la tarde, en otro, a pesar de la dedicación exclusiva.

Pero las inspecciones han sido especialmente duras e intensas este año, aunque la Junta asegura que se trata de medidas de control rutinario. Ya la consejera de Salud, María José Sánchez, anunció a este periódico en su primera entrevista como consejera en noviembre del año pasado que "la inspección está trabajando porque hay unas normas que regulan este tema de la incompatibilidad y hay que cumplirlas".

Para detectar estas irregularidades, la Junta ha cruzado los datos del personal del SAS con los listados de médicos que han ejercido en los últimos tiempos en centros hospitalarios privados, tanto en consultas como en quirófanos. Aunque esta medida también ha afectado a aquellos médicos con consultas propias y no vinculadas a un centro sanitario privado.

El pluriempleo en este sector no es extraño, pero para ejercerlo, oficialmente, los médicos deben pedir permiso y renunciar al plus de exclusividad en sus nóminas.

Andalucía, Asturias y Galicia son las únicas que mantienen una ley de incompatibilidad en su servicio de salud. Mientras que regiones como Valencia, Madrid, Canarias, Islas Baleares, Aragón, Murcia, Rioja, País Vasco y Castilla y León la percepción del complemento económico específico dejó de aparecer en las nóminas de los trabajadores hace varios años. En Cantabria, Cataluña, Extremadura y Castilla La Mancha hay una fórmula a medio camino. Estas comunidades ofrecen a los sanitarios la oportunidad de elegir entre trabajar más horas y cobrar un plus de exclusividad o una jornada laboral menor y poder ejercer fuera de la sanidad pública. En estos casos, la diferencia salarial entre los profesionales que no compatibilizan el ejercicio público y privado y los que sí lo hacen está por debajo de los 5.000 euros anuales.

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