juan martín cabrero. jefe de la brigada de la legión rey aLFONSO XIII

"Un gran país como el nuestro no desea ni tiene intención de atacar a nadie"

  • El responsable de la Brigada de la Legión con base en Viator destaca la alta preparación de su tropa y arguye que "nosotros debemos de pensar en la existencia de todo tipo de enemigos"

Vivimos en un mundo inseguro. La alarma por posibles acciones yihaidistas, más a raíz de los tres muertos en el secuestro en una cafetería de Sidney a manos de un iraní que se presentaba como clérigo chií, es una realidad. Y se palpa más después de la cumbre de los ministros de Defensa del Mediterráneo, que se ha mantenido en Granada. En la Alhambra se acordó intensificar medidas en la lucha contra las amenazas comunes, principalmente ante el terrorismo y frente al ciberespacio y sus redes sociales, así como en la lucha contra la inmigración ilegal.

Los conflictos armados proliferan como hongos en cuatro de los cinco continentes. Las antiguas guerras convencionales hoy han dado paso a conflictos asimétricos que se pudren ante un tablero internacional, donde líderes y países no encuentran soluciones eficaces para su conclusión justa. La paz está amenazada por movimientos político-religiosos y ambiciones de élites que hunden sus raíces en la geopolítica del caos, donde estados y potencias medran en función de sus intereses mundiales o regionales mientras la propia ONU se encuentra desbordada ante un aumento de la violencia que erosiona cada vez más a otros espacios geográficos colindantes. La cultura de la paz, que parecía tras la desaparición de la URSS en los noventa del pasado siglo XX que iba a tener su oportunidad mundial, sin embargo tendrá de nuevo que acomodarse en la sala de espera. Por ello, la importancia de disponer de unidades militares a la altura de los retos de este tiempo presente adquiere una importancia vital para garantizar que España y sus ciudadanos pueden ser eficazmente defendidos si el fantasma del conflicto se asoma a nuestras puertas.

La Legión Española, unidad de élite del Ejército de Tierra, es por antonomasia el Ángel Custodio de la mitología militar que en caso necesario sabe dar sin demora los pasos al frente que hagan falta. Aproximarse a ella y obtener de primera mano la opinión de uno de sus responsables, como es el general de brigada Juan Martín Cabrero, jefe de la Brigada de La Legión Rey Alfonso XIII, ubicado en Viator (Almería), ayuda a despejar incógnitas y a valorar a los denominados Caballeros Legionarios.

-¿Siente peso al estar al frente de la Legión Española?

-No lo considero como un peso, pero sí como una gran responsabilidad. Cuando me destinaron a este mando asumí con mucho orgullo que este sería un mando excepcional. Luego experimenté la gran satisfacción de haber sido el elegido para mandar esta unidad emblemática de las Fuerzas Armadas Españolas.

-¿Dentro de las Fuerzas Armadas es La Legión una unidad específica... diferente?

-Partimos de la base de que todas las unidades del Ejército de Tierra empleamos las mismas tácticas, técnicas y procedimientos para nuestros entrenamientos ya que los programas de instrucción nos sirven para todas las unidades. En este sentido no somos diferentes a las demás. Lo que si diferencia es que cada unidad tiene sus particularidades respecto a su historia, materiales, uniformidad estando más acentuada o menos acentuada. Más, como resulta obvio, La Legión en su uniformidad es diferente, también como se observa marcialmente en nuestra marcha durante los desfiles con el paso legionario o nuestras tradiciones como la mascota, nuestros guiones, todos ellos aspectos muy particulares que son lo que más se observa desde la perspectiva de la sociedad civil. Pero la forma de ser del legionario y su particular forma de vivir la vida cumpliendo con el credo legionario, que es nuestra forma de conducta, hacen que La Legión sea una unidad con un carisma muy particular.

-¿Cómo observa hoy al espíritu militar respecto al pasado que no cesa?

-Creo que el espíritu militar se mantiene entre los tiempos. Mi padre era militar y yo en mi casa experimenté ese espíritu y me siento reflejado en él. Y familiares, mucho más jóvenes que también están en la milicia, los observo igual. Las sociedad cambia y por lógica nosotros también, ya que formamos parte de ella. Pueden existir matices que lo diferencien pero no los valores militares en sí mismos, pues se basan en el espíritu militar, un espíritu que sin él estaríamos perdidos.

-¿Es adecuado el papel de la dama (mujer) legionaria? ¿Qué tareas tiene encomendadas?

-Ya llevamos 25 años desde la incorporación de la mujer a las Fuerzas Armadas. Y en La Legión tienen encomendadas las mismas misiones que los hombres. No hay diferencias entre una dama y un caballero legionarios. Quizá la única diferencia esté en el alojamiento. Por cuestiones puramente militares, damas y caballeros legionarios cuentan con recintos separados. Tenemos pues a combatientes con similar o igual preparación militar con independencia de su sexo. Las misiones encomendadas no se miden en función de que sea hombre o mujer sino por su efectividad y preparación y eso se les pide a todos por igual, sin diferencias.

-¿Cuándo habrá una mujer general en La Legión?

-Se lo preguntan muchas personas, no en La Legión pero sí en las Fuerzas Armadas, pero es un proceso que arranca desde su incorporación y que se regula por antigüedad. En la actualidad ya hay mujeres con el empleo de teniente coronel, conforme adquieran edad en el servicio podrán incorporarse al generalato. Quizá dentro de ocho o diez años contemos con alguna mujer general y además en La Legión, porqué no, como en el resto de las unidades.

-¿Dónde sitúa usted hoy al enemigo exterior?

-Aunque nosotros no definimos quién es el enemigo, comprenda que, como unidad de las Fuerzas Armadas, tenemos encomendada la misión de encontrarnos perfectamente preparados para enfrentarnos a cualquier tipo de enemigo. Nuestra instrucción parte de situaciones con todo tipo de posibles enemigos que puede abarcar desde la guerra convencional, como ocurriese en la II Guerra Mundial aunque hoy eso estaría por ver, hasta entrenamientos contra nuevos tipos de conflictos y posibles combates como resulta la lucha contra la insurgencia que, además, la hemos visto muy de cerca en las misiones internacionales a las que se nos envía. Nosotros debemos de pensar en la existencia de todo tipo de enemigos. Ya determinará el Gobierno de España quiénes lo son.

-¿La lucha asimétrica resulta más compleja que la convencional?

-La guerra asimétrica, al no regirse por una norma, resulta por tanto más compleja. Es el 'todo vale en la guerra' y en la asimétrica mucho más, ya que se apoya en la población civil y no como ocurriese en el pasado en batallas de campo abierto con unidades definidas entre ejércitos enfrentados. Por ello existen las diferencias. No es lo mismo un combate desarrollado en espacios abiertos que, como ocurre ahora en los conflictos asimétricos, en zonas urbanizadas donde quien más sufre es la población civil. La defensa, como el ataque, son cosas para las que hay que estar preparados por igual. La clave estaría en disponer en la actualidad de un ejército lo suficientemente preparado y disuasorio -esencialmente- que impediría que los intereses de España fuesen atacados ya que un gran país como el nuestro no desea ni tiene intención de atacar a nadie.

-¿Nombrar a La Legión es sinónimo de respuesta inminente?

-Imagino que surge durante los años 90, donde empezamos a colaborar en misiones internacionales de paz. La Legión tuvo la buena fortuna de contar con la confianza del mando y ser elegida para estas misiones como ocurriese con la Agrupación Táctica Málaga durante 1992 en Bosnia-Herzegovina. Tuve la suerte de participar, en calidad de capitán proveniente de Melilla, en aquella misión y, por ser la primera y exitosa, nos consolidó para abrir otras como en el Líbano, en el Congo o Albania, entre otras.

-Habitualmente se relaciona a La Legión con el espíritu castrense más recio: sus 'pasos exprés', la cabra, la uniformidad varonil y el 'pelo en pecho', pero con la presencia entre ustedes de mujeres se está transformando esa idea. ¿Cómo observa usted esos cambios, obligados o inevitables?

-Esa misma normalidad que usted me pregunta, que existe en la sociedad española, resulta igual que la que vivimos también en los cuarteles y no se pueden separar. Nosotros queremos que los legionarios sean excelentes combatientes con independencia de las situaciones existentes en las vidas de cada uno y por ello les exigimos lo máximo, que es dar la vida por España si llega el caso y no les preguntamos cuestiones accesorias, ya que lo principal es que resulten buenos legionarios.

-¿Qué futuro tiene La Legión? ¿En cuánto tiempo estarían preparados para actuar fuera de España?

-Eso es la preparación diaria para el combate. Estamos cualificados para ello y ese es su inmediato futuro con independencia de que se nos pueda requerir en el extranjero o cualquier otro tipo de ejercicios. Aquí, como legionarios, estamos permanentemente preparados.

-¿Qué diferencias observa entre los legionarios y el resto de las unidades del Ejército?

-Creo que ya se la he contestado. Nuestra forma de vida y nuestro credo legionario es lo que nos diferencia.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios