Raúl Berdonés. Empresario

"No se puede empujar a todo el mundo a que emprenda"

  • Con experiencia como ejemplo, el presidente de Secuoya ofrece su visión sobre el mundo de los emprendedores en 'Se puede conseguir'

-¿Qué diferencia hay entre 'Se pude conseguir' y los numerosos libros que están proliferando para tener éxito en los negocios?

-Yo no doy consejos ni tampoco soy un ejemplo de nada. Cada emprendedor es un mundo, pero cuento cómo me ha ido a mí, cómo vi una oportunidad y cómo la he llevado a cabo. Intento sacar algo de mi trayectoria por si puede servirte en la tuya. Es un libro para incentivar a los emprendedores y los empresarios y mostrarles que las cosas se pueden hacer. Ese es su único sentir, no hay un objetivo económico, porque todo lo que se recaude irá destinado al Banco de Alimentos de Granada. Sólo cuenta mi trayectoria profesional para despertar a esos jóvenes empresarios y emprendedores.

-¿Cómo se estructura la obra para que puedan extraer esas enseñanzas a partir de su experiencia personal?

-Un libro cortito, de 150 páginas, divido en 8 capítulos, con una introducción mía y un prólogo que firma Risto Mejide. El primero es sobre la pasión y la actitud inicial para subirse en el carro y escoger un camino que es duro. No llega a ser una esclavitud porque te gusta, pero dejas en el camino muchas cosas. El segundo, las cualidades imprescindibles que creo que hay que tener para ser empresario o emprendedor, porque no son la misma cosa. El tercero, está dedicado a las ideas de gestión y cómo articulo mi vida empresarial basándome en esas ideas. El cuarto, la competencia en la diferencia. El quinto, el liderazgo y el equipo. El sexto, saber comunicar las cosas que estás haciendo. Nosotros, por ejemplo, tenemos más espacio en medios que el que se corresponde con nuestro volumen de negocio. El séptimo, asegurar tus inversiones y no encapricharte de ellas. El octavo, un crecimiento dinámico. El final es un epílogo sobre el futuro, porque tienes que saber esperarlo.

-¿Cuáles son esas cosas a las que ha tenido que renunciar en el camino?

-Sin lugar a dudas, a mi juventud. Yo empecé a trabajar en esto con 14 años, y eso me despegó de mi familia. Me fui de mi casa con 17 años y trabajaba 24 horas al día, 7 días de la semana. Luego, a los 18, era director general de la empresa VAV. Fue mucha responsabilidad tan joven, a veces echo en falta esa juventud, aunque lo volvería a hacer como lo hice, porque los frutos han compensado. Esto es duro, pero creo que es una etapa de la vida.

-Ha comentado que el empresario se diferencia del emprendedor. ¿En qué aspectos?

-Un emprendedor puede tener una idea maravillosa pero para tener una empresa tienes que hacer también un producto sostenible. Por eso ahora hay tanto fracaso en proyectos de emprendedores en España. Aquí no se puede empujar a la gente a emprender porque sí, porque un proyecto empresarial tiene muchos riesgos. Para un emprendedor es su criatura y la ambición de verlo crecer, no te deja ver lo que tienes delante.

-¿Puede decirse que les pierde la parte emocional?

-Efectivamente. Además, hay gente que tiene excelentes ideas y no son buenos gestores o sobredimensionan su estructura porque creen que lo van a poder soportar o piensan que la idea es maravillosa y no quieren cambiar un ápice, ni dejar que alguien de su equipo le diga que eso está mal. Un empresario sabe gestionar, sabe delegar, rodearse de los mejores y plantear su futuro rodeado de un equipo.

-Además de gestionar habrá que saber vivir con el peligro.

-Claro, hay excelentes gestores que no son empresarios, como los grandes ejecutivos. El empresario es el que asume el riesgo de la toma de una decisión.

-¿Cree que, según sus palabras, se empuja a la gente a emprender?

-Es una realidad. Desde el Gobierno central y otras instituciones públicas se ha incentivado a la gente a buscar planes de emprendimiento y yo creo que eso es un error. Un buen emprendedor no siempre es un buen empresario y levantarse luego es muy complicado.

-Ahora hay mucha gente con grandes deudas por negocios en los que se embarcó en mitad de la crisis con las indemnizaciones.

-Porque España está empujando a ser emprendedor sin poner normativas, como en otros países. Fuera puedes poner en tu currículum que has emprendido y has fracasado porque es un valor. Incluso, las deudas, habitualmente no se quedan en la mochila del emprendedor. Pasan a un fondo. Es verdad que son emprendedores avalados y contrastados, porque todo el mundo puede fracasar.

-Hay muchos movimientos sociales por las deudas contraídas por la vivienda pero ninguno para esos pequeños emprendedores.

-Es verdad que tampoco se puede invitar a que todo el mundo emprenda y si no va bien, aquí no pasa nada. Hay que ver de qué manera se regula y cómo se apoya. Si te meten en la lista de los bancos, no puedes pedir ni una tarjeta de crédito en tu vida, se les tiene que buscar un paraguas.

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