La Unión Europea ha sido tajante. Desea conocer los informes de los servicios sociales de las familias que reciben alimentos de parte del Fondo de Ayuda Europea a las Personas Desfavorecidas (Fead) para evitar que esta comida acabe en manos de quien no lo necesita. Lo bueno es que la Fundación Banco de Alimentos de Granada afronta esta nueva normativa con los deberes prácticamente hechos. Según explicó el presidente de la organización, Antonio López-Barajas, desde hace cuatro años se trabaja codo con codo con los técnicos de los Servicios Sociales de Granada de tal forma que la entrega está regularizada por personas que, a juicio del presidente, "conocen la situación de estas familias".

No fue así siempre. López-Barajas detalló que en años anteriores recibieron algunas quejas de localidades como Fuente Vaqueros, Pinos Puente, Ogíjares o Las Gabias donde los vecinos denunciaron que las ayudas se entregaban a personas que sí tenían recursos. Era el presidente de cada asociación el que decidía a quién se entregaba la comida, lo que no siempre se hacía de forma regular. Sin embargo, ahora López-Barajas explica que con la implicación de los Servicios Sociales esta situación ha terminado. "Nuestra obligación es que los alimentos lleguen a quienes más los necesitan. Los trabajadores de los ayuntamientos están preparados y tienen vocación, lo que supone una garantía para el reparto", remarca. No obstante, el presidente especifica que la cantidad de comida proveniente del Fead (a la que afecta la normativa) es tres veces menor que los alimentos que ellos recaudan gracias a sus propias campañas. "Repartimos el triple de alimentos gestionados por nosotros mismos. La petición europea solo afecta a la cantidad que ellos aportan".

En total, unas 250 asociaciones acuden de forma ordenada a la Fundación Banco de Alimentos de Granada para recoger la comida que luego repartirán entre las familias más necesitadas, unas 45.000 personas en toda la provincia. Para conseguir abastecimiento durante todo el año, la entidad organiza distintas recogidas que se distribuyen gracias a un calendario previamente organizado. Ahora mismo disponen de un fondo de alimentos no perecederos que supera los 900.000 kilos y que van repartiendo de forma organizada. A esta cantidad se suman los kilos de alimentos no perecederos que en los dos primeros meses del año es más reducida. "Siempre hay un bache por estas fechas ya que se produce poca verdura en este periodo", explica.

Las donaciones de empresas privadas también resultan fundamentales para desarrollar su labor. Por ejemplo, durante una de las recogidas celebradas en los Carrefour, la empresa dobló la cantidad recaudada. Otras entidades, por otra parte, realizan importantes donaciones. El pasado 10 de marzo el Banco de Alimentos de Granada recibió de la Almazara familiar Quaryat Dillar (Dílar) 330 litros de aceite de oliva virgen extra, los cuales ya están siendo repartidos entre los más necesitados de Granada y provincia. En un comunicado, el Banco de Alimentos de Granada agradece a la Almazara quaryat dillar su generosa donación de trescientos treinta litros de aceite y animó a todas las empresas a seguir su ejemplo.

También se ha recibido recientemente del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA 5 palés de zanahorias, 9.000 kg de tomates, 7.200 kg de pimientos y 1.900 kg de pepinos. Alimentos que se reparten con mayor celeridad dada su rápida caducidad. Empresas granadinas como Covirán también colaboran con la fundación. La Junta de Andalucía, la Diputación de Granada, MercaGranada o los ayuntamientos de Guadix, Loja o Motril también participan. "Estamos muy agradecidos con la sociedad granadina y con las instituciones y empresas. Cada vez se conoce más la labor de la fundación lo que repercute en una mayor recaudación de alimentos".