En el kilómetro 23 de la carretera A-395, la que nos conduce hacia la estación de esquí y de montaña, nos encontramos con un edificio singular, que fue construido antes del Mundial de Esquí, (1995-1996), dentro de un programa de inversiones complementario a las que se hicieron en el Área de Nieve, con el objetivo de equipar con servicios de Uso Público al, por entonces, recién declarado parque natural. Posteriormente este equipamiento ha tenido varias actuaciones complementarias y una actualización de los contenidos hasta ofrecernos su aspecto y funcionamiento actual.

Desde este punto comienza el tramo 1 del sendero Sulayr, el sendero de gran recorrido circular que rodea Sierra Nevada, y que nos lleva hasta el pie del Pico del Trevenque, pasando por bellos parajes del tramo medio del Río Monachil, como el robledal de la Dehesa de San Jerónimo y ascendiendo hasta el Collado de Matas Verdes donde encontraremos pinos silvestres centenarios, antes de llegar hasta el jardín botánico La Cortijuela, donde finaliza.

Es también el punto final del último tramo del sendero GR-240, Sulayr, caracterizado por las balizas con franjas blanca y roja en el lateral y la estrella de las nieves en la parte superior. Este tramo 19 viene desde el cortijo de la Hortichuela recorriendo la margen izquierda del Río Genil y pasando por lugares emblemáticos como Los Parapetos (fortificaciones de la Guerra Civil) o el Hotel del Duque, germen del turismo de montaña principios del siglo pasado.

El interior del Centro de Visitantes está presidido por una monumental maqueta de Sierra Nevada que nos permite hacernos una idea ajustada de lo "grande" y lo "alta" que es nuestra Sierra. La maqueta tiene muchos detalles pero sobre todo nos permite distinguir los tipos de rocas que la forman, (por el diferente color de las calizas y de las pizarras), y los diferentes paisajes vegetales, con diminutas decoraciones simulando bosques o matorrales diferentes.

Entre los contenidos para la interpretación que dispone el centro de visitantes destacan dos elementos: el primero es una exposición sobre el tranvía de la Sierra, con una serie impresionante de maquetas que recrean varios tramos de su recorrido. La sala se completa con una serie de paneles sobre el ingeniero Santa Cruz, que diseñó esta línea así como la carretera "más alta de Europa", y su amigo el duque de San Pedro de Galatino, insigne prócer de Granada en la primera década del siglo XX.

La otra sala temática está dedicada a los viajeros naturalistas y románticos que "descubrieron" la Sierra, que escribieron sobre ella, la pintaron y la hicieron famosa. Hasta entonces sólo era conocida por los pastores que en verano aprovechaban los pastos de altura y por los neveros que acarreaban con sus burros el "oro helado" que se utilizaba, ya desde la época de los árabes como recoge el profesor Manuel Titos (Los Neveros de Sierra Nevada: historia, industria y tradición) para la conservación de los alimentos, con fines terapéuticos y como refrescante de las bebidas.