Durante nueve años, los granadinos han estado esperando que se confirmara uno de los proyectos empresariales más deseados: la apertura de la tienda de Ikea, que la multinacional sueca pretendía instalar en Pulianas, en los terrenos junto a Kinépolis. Pero la espera ha sido en vano. A primera hora de la noche de ayer, el Ayuntamiento de Pulianas anunció que Ikea abandona definitivamente el proyecto, una iniciativa que comenzó a gestarse en 2006 y que desde el principio han encontrado grandes obstáculos para la adquisición de los terrenos.

De hecho, el alcalde de Pulianas, José Antonio Carranza, aseguró ayer que si la empresa abandona el proyecto es por "las exigencias urbanísticas y económicas" de los propietarios minoritarios de los terrernos, "reconocidos empresarios y profesionales de Granada que poseen algunas parcelas del sector urbanístico donde se iba a instalar el parque comercial.

Al parecer, la decisión no es nueva. Aunque el pasado mes de julio, (cuando inauguró su centro de distribución en Albolote), Ikea anunció en un comunicado que seguía manteniendo su intención de abrir una tienda en Granada, la empresa ya le había comunicado al Ayuntamiento de Pulianas en enero que el proyecto estaba muerto. Así se lo han confirmado directivos y asesores jurídicos de la multinacional al actual alcalde que, según indicó en un comunicado, lo desconocía por completo. Carranza informó de que el pasado miércoles el Ayuntamiento se puso en contacto con la empresa para conocer la situación actual del proyecto, y desde la multinacional sueca se le trasladó que "el proyecto de Ikea en Pulianas dejó de existir hace año y medio". De hecho, desde la multinacional aseguraron que esa información ya fue trasladada al anterior alcalde de Pulianas, Rafael Gil Bracero, en una reunión que mantuvieron en Madrid a principios de año.

El actual regidor, que aseguró que "ilusiones, proyectos, esperanzas y expectativas" se esfuman en el municipio con la decisión de Ikea, apuntó que tanto el Ayuntamiento como la Junta de Andalucía han hecho "todo lo posible por salvar el proyecto", aprobando y apoyando todas y cada una de las actuaciones que se han ido solicitando por los promotores del proyecto. No obstante, y aun siendo consciente de la situación actual y de las dificultades existentes, el alcalde manifestó "la total voluntad e interés del Ayuntamiento de trabajar para hacer posible que vuelva el interés de Ikea por implantarse en Pulianas".