La instalación del sistema de videovigilancia para proteger los enclaves más importantes del barrio del Albaicín está cada vez más cerca de ser una realidad. El próximo miércoles el proyecto pasará su primer examen en la junta de gobierno local de seguridad presidida por el subdelegado del Gobierno, Santiago Pérez. Sin embargo, a tres días de que se celebre este encuentro, el subdelegado ya ha adelantado su visión totalmente "favorable". Según ha explicado, la instalación de videovigilancia en el barrio del Albaicín es una medida "muy necesaria" que no afectará "para nada" a las personas que paseen por el barrio del Albaicín, Patrimonio Mundial de la Humanidad. Por este motivo, Pérez vaticinó que se "se va a llegar a un acuerdo ya que es necesario hacerlo".

"Hay que acabar con este vandalismo que al final distorsiona nuestra imagen. La marca Granada está muy bien valorada y por cuatro energúmenos no podemos permitir que el trabajo que ha costado tanto se nos venga abajo", remarcó Pérez que reconoció que a "nadie le gusta tomar esta decisión pero Granada lo necesita". En este sentido, el subdelegado hizo hincapié en que este plan no afectará a los viandantes pues, para que la medida reciba el visto bueno se ha previsto que la angulación con la que se colocarán las cámaras solo permitan mirar hacia el patrimonio que se quiere proteger de los sprays.

En los últimos años, son muchas las personas que han atentado a golpe de pintura contra las paredes del barrio. Unas veces sobre los muros de las viviendas, pero también en numerosos bienes protegidos como el Arco de las Pesas, el Aljibe del Zenete, Puerta Monaita, el Palacio de Dar-Al Horra y el monasterio de Santa Isabel la Real y Puerta Elvira: los enclaves que contempla el dossier elaborado por el Ayuntamiento de Granada para la instalación de la videovigilancia.

A finales de septiembre el alcalde de Granada, José Torres Hurtado, anunció que el Ayuntamiento tenía interés en la colocación de este sistema de videovigilancia en siete enclaves patrimoniales. Con el proyecto, el Ayuntamiento pretende poner freno a los ataques vandálicos que sufren con demasiada frecuencia estos enclaves protegidos y cuya restauración suele ser inútil pues a los pocos días vuelven a aparecer las pintadas.