Los empresarios de la construcción y la promoción inmobilaria que han sobrevivido a la crisis respiran ahora mucho más tranquilos. Las perspectivas siguen sin ser fáciles y las opciones de financiación no son las que eran antes de la crisis -probablemente nunca vuelvan a serlo-, pero las perspectivas han dejado de ser negras y ya pueden mirar al futuro con la esperanza de que lo peor ha pasado. El año 2015 ha marcado un punto de inflexión para muchos sectores de la economía, y la construcción ha sido uno de ellos. Aumentan las hipotecas, aumentan las compraventas y, como consecuencia, aumenta la inversión.

El negocio inmobiliario ha movido en Granada a lo largo de 2015 casi 748,9 millones de euros. Los datos publicados por el Ministerio de Fomento indican que el valor de las transacciones inmobiliarias registradas durante todo el año han alcanzado exactamente los 748.898.300 euros, una cifra que el sector llevaba años sin ver. Tras el ligero crecimiento que registró en el año 2014 -por aquel entonces la inversión experimentó un aumento del 5,3%-, en 2015 la inversión en vivienda se ha disparado. En comparación con el año anterior, el mercado inmobiliario ha movido 101,7 millones de euros más, lo que arroja un crecimiento del 15,7%.

Este porcentaje es incluso superior al que ha experimentado el número de transacciones. A lo largo de 2015 se registraron en Granada 7.904 operaciones de compraventa de vivienda libre, un 11,4% más que en el año anterior. Este desajuste indica que no sólo se están comprando más viviendas, sino que estas tienen un precio más elevado, ya sea por la superficie, por la condiciones, por la ubicación o por el coste del metro cuadrado.

Este último aumento de la inversión inmobiliaria no se ha visto en Granada durante toda la crisis. De hecho, entre 2008 y 2013 el valor total de las transacciones de vivienda se desplomó, hasta alcanzar en 2013 un mínimo histórico de 614,9 millones de euros. Para encontrar una cifra de crecimiento del negocio del 'ladrillo' más importante que la de 2015 hay que retroceder hasta 2007, cuando este indicador aumentó un 34,3%, pasando de los 2.059,7 a los 2.766,3 millones de euros, el máximo de toda la serie histórica estadística publicada por el Ministerio de Fomento.

Pero el impulso a la inversión inmobiliaria de Granada no es únicamente importante por su 'rareza' en tiempos de crisis, sino que también destaca de forma importante al ponerlo en perspectiva con el resto de las provincias españolas. El porcentaje del 15,7% hace de Granada la décima provincia española donde más impulso ha recibido el negocio inmobiliario, sólo por detrás de Baleares (23,9%), Soria (21,4%) Álava (18,6%), Cádiz (18,1%), Vizcaya (17,9%), Melilla (16,7%), León (16,4%), Segovia (16,3%) y Las Palmas (15,6%).

En Andalucía, por tanto, sólo Cádiz ha registrado un incremento interanual mayor que el de la provincia. En el resto de la región el ritmo de impulso de la inversión inmobiliaria están bastante por debajo del 15%: el valor de las transacciones en Jaén ha crecido un 12%; en Málaga, un 11,9%; en Almería, un 9%; en Córdoba, un 8,5%; y en Huelva, un 5,8%.

El crecimiento de la inversión se debe principalmente a la vivienda de segunda mano (entendida como las de más de dos años de antigüedad), que es la responsable de las buenas cifras del sector. Los 673,9 millones de euros que se han movido con la compraventa de bienes inmuebles antiguos arrojan un crecimiento del 21,7% respecto al año 2014. En el otro extremo se encuentra la vivienda de obra nueva, cuya inversión ha experimentado una caída del 19,8%, limitándose a 74,9 millones de euros.