Granada

Sin rastro de García Lorca

  • Los trabajos para encontrar la fosa en la que reposan los restos del poeta terminan hoy sin que se haya encontrado ningún indicio de la presencia de restos humanos

Un mes, 400 metros cuadrados investigados y miles de toneladas de tierra después, todas las esperanzas para encontrar la fosa de Federico García Lorca se reducen a un minúsculo espacio de apenas dos metros situado entre tres rocas. La tercera búsqueda de Lorca finaliza hoy de forma oficial sin que se haya encontrado rastro alguno del pozo en el que fue enterrado junto a Dióscoro Galindo, Francisco Galadí y Joaquín Arcollas Cabezas. El cansancio acumulado después de 30 días observando cómo una excavadora saca una pala de arena tras otra se mezcla con la contrariedad porque el tiempo y la financiación se han agotado sin resultados.

Justo al lado de la valla situada para evitar la entrada de curiosos en la zanja abierta en el Peñón del Colorado, uno de los investigadores de la Universidad de Nottingham coloca la maleta en su coche porque coge el avión de regreso a Inglaterra en apenas unas horas. Hoy lo hará el resto del equipo multidisciplinar reunido por los responsables de la intervención, el investigador Miguel Caballero y el arqueólogo Javier Navarro. Aunque todavía esperan un "milagro" de última hora, ya empiezan a sopesar las razones por las que la búsqueda ha resultado infructuosa. Sobre todo lo que supusieron los trabajos para la construcción de un campo de fútbol en 1998 y la presencia de un campo de motocross en este terreno a comienzos de la década de los noventa. "Sabemos estas dos alteraciones importantes que han tenido lugar en este espacio, pero desconocemos qué se pudo hacer antes cuando los terrenos eran propiedad de Francisco Javier Hita", señala Miguel Caballero sobre el propietario de estos terrenos que los permutó en los noventa con el Ayuntamiento para la construcción del campo de fútbol a cambio de otra finca en otro enclave del pueblo. A ello se suma que el cortijo Pepino, que sirvió como referencia para ubicar el campo de instrucción, ha sido ampliado, lo que ha dificultado situar las referencias que pudiera tener el general Nestares.

Por su parte, Javier Navarro, presidente de la asociación Regreso con Honor, no esconde que las posibilidades de encontrar la fosa se reducen al mínimo, aunque recuerda que en actuaciones anteriores los resultados aparecieron en el 'tiempo de descuento'. "La cosa está muy difusa", apunta el arqueólogo después de un mes de trabajo desde las ocho de la mañana y hasta las siete de la tarde.

Desde el 19 de septiembre se ha trabajado en una zona de aproximadamente 400 metros cuadrados, bastante más de lo previsto inicialmente para descartar de manera definitiva este lugar como posible fosa del poeta. De toda esta planicie sólo se han dejado sin investigar dos pequeñas zonas en cada extremo de la intervención que los investigadores descartaron como posible ubicación de los pozos.

Lo más destacado de los trabajos en el Peñón del Colorado ha sido el hallazgo del camino situado a la cabecera del campo de instrucción de Falange. Es la zona "más propicia" para el general Nestares, que está asesorando al equipo. Se trata del hijo del que fuera capitán José María Nestares Cuéllar, jefe del frente de Víznar cuando fue asesinato Lorca. En 1977 el general Nestares visitó el paraje del Peñón del Colorado junto a los supuestos asesinos de Lorca y según su testimonio le marcaron allí el lugar de su enterramiento.

En estos días, este paraje ha sido un reflejo de las dos Españas, con vecinos que animaban al equipo de arqueólogos y otros que los increpaban. Hasta las dos balas encontradas reflejan este choque: una procedente de un fusil Mauser del bando nacional y otra de un arma rusa tipo Mosin-Nagant que utilizó la República.

La familia García Lorca siempre se ha mostrado en contra de la búsqueda de los restos del autor de Yerma, pero fue la nieta de Dióscoro Galindo, Nieves García Catalán, la que impulsó en última instancia la búsqueda de la fosa para encontrar los restos mortales del maestro en Pulianas. Además, la CNT se presentó como familia política de los Francisco Galadí y Joaquín Arcollas Cabezas. Su memoria y su destino siguen vinculados con el del poeta 80 años después del fusilamiento.

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