Una tromba de agua inunda en media hora un centenar de viviendas del Cinturón

Las Gabias y Padul son dos de las localidades del Área Metropolitana más afectadas por el aguacero caído ayer entre las 4 y las 5 de la tarde · Los servicios del 112 registraron 30 incidencias durante esa franja horaria

1. Estado de la calle Blas Infante durante la tromba del agua. 2. La lluvia anegó más de una veintena de bajos, establecimientos comerciales y cocheras. 3. Algunas calles parecían auténticas riadas, que llegaron a acumular hasta 70 centímetros de agua de lluvia.
1. Estado de la calle Blas Infante durante la tromba del agua. 2. La lluvia anegó más de una veintena de bajos, establecimientos comerciales y cocheras. 3. Algunas calles parecían auténticas riadas, que llegaron a acumular hasta 70 centímetros de agua de lluvia.
C. R. /Agencias/ Granada

30 de septiembre 2008 - 01:00

A las nueve de la noche los vecinos de Padul seguían achicando agua. La tromba llegó sin avisar y pilló por sorpresa a todos anegando cocheras, bajos comerciales y viviendas. Los daños y los problemas en el tráfico no sólo se registraron en Padul. En Las Gabias y en diferentes pueblos de la comarca del Poniente como Íllora, Riofrío o Loja el agua también causó estragos.

Fue en poco más de media, de cuatro a cuatro y media de la tarde, cuando la alerta Amarilla se dejó notar en el Cinturón y el Poniente Granada, además, de en la capital. La intensidad de la lluvia fue tal que el centro de coordinación de emergencias 112 registró en menos de una hora una veintena de incidencias como consecuencia del aguacero.

Las efectos del agua en el Padul fueron considerables. En el municipio se registraron del agua en Padul fue uno de los litros por metro cuadrado en veinte minutos, según el propio alcalde, Manuel Alarcón. "Aún estamos achicando agua", explicaba pasadas las nueve de la noche. El primer edil relató que la situación geográfica del pueblo, "en circunferencia, rodeado de montes y con un gran desnivel", hace que cada vez que llueve toda el agua acabe en el mismo sitio, esto es en "la Avenida de Andalucía cruce Fuente de la Salud". En este punto se vieron afectados 18 bajos comerciales y diez viviendas, cuyos propietarios se pasaron la tarde retirando agua y adecentando sus casas. Alarcón apunta que para evitar que se repitan estos episodios (el más grave ocurrió el año pasado en septiembre) sería necesaria, además de la obra de emergencia en la rambla de los Alcarceles, la intervención en tres puntos del pueblo (el "Barranquillo del Cazador", la Calle Real en la zona de la Glorieta y la Avenida de Andalucía) para mejorar la evacuación de aguas pluviales, un proyecto en el que ya trabaja el Ayuntamiento y la Diputación Provincial y que evitarían escenas como las recogidas hoy en las que el agua superaba los 70 centímetros.

En Las Gabias, la situación fue calcada. La lluvia comenzó a caer un poco antes, sobre las tres y media de la tarde e inundó los bajos de unos 40 vecinos de la Urbanización Las Flores, la calle Unamuno y el núcleo de Híjar. "El problema de las anegaciones se repite en el pueblo cuando llueve con intensidad y siempre en las mismas zonas, por lo que los vecinos están cansados de no tener soluciones", explicaron fuentes de la Policía Local.

La zona de Poniente tampoco se libró de las aguas menos mansas. Íllora, Riofrío y Loja fueron las localidades más perjudicadas. En esta última las incidencias registradas fueron en el tráfico, concretamente, según la Guardia Civil, en la A-92 a la altura de Fuensanta. Los agentes tuvieron que cortar la vía durante 20 minutos para retirar el barro que se había acumulado en el arcén. En la carretera comarcal que va a la Venta de Santa Bárbara, a 3 kilómetros de Loja, también se inundaron varias parcelas por el desbordamiento de una acequia.

Las mismas fuentes confirmaron que la carretera secundaria que llega a Casa Nuevas, en Íllora, quedó totalmente desbordada y al igual que la autovía (A-92) a su paso por Moraleda de Zafayona, que a punto estuvieron de cortarla.

Afortunadamente, la jornada se cerró con numerosas incidencias materiales, pero ningún daño personal.

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