Hacerse cargo de la urbanización o, en su defecto, financiar las obras, valoradas en 899.300 euros. Éstas son las dos opciones que tiene -y no por mucho tiempo- el promotor del parking del Violón, en cuya superficie el Ayuntamiento prevé construir un paseo en sombra (bulevar) que discurrirá entre los árboles del parque y que estará al mismo nivel del suelo.

Según indicó ayer la edil de Urbanismo, Isabel Nieto, la comisión ejecutiva de la Gerencia acordó el pasado martes requerir a la empresa concesionaria que "en un plazo de diez días" se pronuncie y diga si se encargará de ejecutar las obras o abonará el importe, a tenor de lo establecido en el pliego de adjudicación. "Nos tendrán que decir ya si urbanizan o si nos ingresan en la cuenta de la Gerencia de Urbanismo el importe para que licitemos las obras de una vez", aseguró.

En caso de que la promotora prolongara su silencio, del que se quejó la edil en varias ocasiones, la cuestión "pasaría a la ejecutiva" y sería entonces la Agencia Tributaria la que le reclamaría el pago. Pero la contundencia de Nieto, al instante, se convirtió en una amenaza: "También podríamos clausurar el aparcamiento por un incumplimiento de convenio", espetó.

En todo caso, los vecinos del barrio llevan esperando desde finales de pasado año a que el Ayuntamiento inicie las obras y le devuelva al paseo del Violón la imagen que presentaba antes de que se acometiera la construcción del aparcamiento. Así, la ejecución de las obras para remodelar la superficie lleva «algo de retraso», admitió Nieto.

La Gerencia de Urbanismo ya rechazó dos de los proyectos de remodelación del paseo, propuestos por la empresa UCOP, por obstaculizar el paseo y dificultar el tránsito en el céntrico enclave.

A Nieto no le gustaron los proyectos porque contemplaban un paseo en alto entre los árboles y no dejaban espacios libres para los vecinos. De ahí que hayan sido los propios arquitectos municipales quienes hayan diseñado el proyecto que finalmente verá la luz encima del aparcamiento.

El proyecto municipal, "finalizado antes de verano", contempla también una pequeña modificación a la salida del aparcamiento, de modo que se recubrirán los restos arqueológicos hallados durante las obras del aparcamiento "bajo una pérgola" y una barandilla que protegerá a los peatones.

Además, la zona contará con un quiosco en el que se instalará un bar, igual que ocurrirá en la plaza creada sobre el parking de Los Cármenes, y un área dedicada a exposiciones.

Para cumplir el pliego de condiciones del proyecto la imagen del paseo deberá ser lo más parecida posible a la que lucía antes de acometerse las obras del parking del Violón. Así, deberá volverse a instalar el monumento a la Constitución y la zona del lavadero.

Uno de los aspectos más valorados por la Gerencia en el proyecto final es la creación de espacios diáfanos para que las asociaciones de vecinos puedan organizar eventos. "Hemos pensado en las fiestas del barrio Fígares, o en las Cruces, o en la instalación de un mercadillo", argumentó la concejal de Urbanismo. "Pretendemos que sea un espacio de recreo para esparcimiento de los ciudadanos", manifestó el alcalde a finales de 2007, fecha en la que los vecinos estiman que se deberían haber iniciado las obras.