Granada

Un estudio determinará cómo eliminar barreras en las 21 hectáreas de la Alhambra

  • El Patronato prevé que el informe, que será financiado por La Caixa, estará terminado para el próximo mes de julio

Mejorar y adaptar los accesos a la Alhambra para facilitar la movilidad de las personas con discapacidad. Éste es el objetivo que persigue el estudio de viabilidad que ha puesto en marcha el Patronato del monumento nazarí gracias a la firma de un convenio con la Obra Social La Caixa, por el cual la entidad bancaria dota el plan con una financiación de 89.000 euros.

La empresa encargada de analizar las 21 hectáreas de superficie del recinto, para buscar posibles alternativas de adaptabilidad, será el estudio de arquitectura barcelonés Rovira-Beleta, especializado en la supresión de barreras arquitectónicas.

Los resultados del informe se conocerá el próximo mes de julio "si se cumplen los plazos", a partir de los cuales "se podrá saber el porcentaje del recinto" susceptible de someterse a una rehabilitación, según adelantó la directora del Patronato de la Alhambra, María del Mar Villafranca.

De este modo, una vez que se acometan las mejoras pertinentes -lo que podría iniciarse a finales de año-, "el número de visitantes con discapacidad será muy superior al actual", según aseguró el director ejecutivo de La Caixa en Andalucía, Manuel Romera.

Actualmente, el monumento dispone de un diez por ciento de superficie adaptada, cumpliendo de este modo las exigencias legales, aunque la directora del Patronato alhambreño admitió que "no es suficiente". Por ello, desde hace tres años los técnicos estudian posibilidades que faciliten la movilidad y el disfrute del monumento por personas con discapacidad.

Entre las propuestas barajadas por el Patronato se encuentra la idea de allanar la pavimentación de los lugares más problemáticos -para que las personas en silla de ruedas o los carritos de bebés se desplacen más fácilmente-, entre los que se encuentran el trayecto que une el Paseo de los Nogales con el Teatro del Generalife.

Otro de los proyectos consiste en habilitar zonas donde los invidentes puedan sentir la belleza de la Alhambra a través del tacto o instalar un ascensor dentro del palacio de Carlos V, para permitir el acceso de los visitantes con discapacidad a los museos que se encuentran en la segunda planta, así como poner en funcionamiento un servicio específico de atención a este colectivo.

Por contra, para reducir la erosión del recinto, también se estudiará si es conveniente prohibir que los carritos de bebé accedan al área palatina, habilitando una especie de consigna donde guardarlos durante las visitas.

No obstante, Villafranca insistió en la dificultad de adaptar el monumento, dada la propia orografía del terreno. Junto a los obstáculos que presenta la adaptación del palacio rojo, Villafranca añadió la necesidad de "compatibilizar las posibles intervenciones con los valores estéticos", de modo que las obras que se acuerden en su caso serán "invisibles", es decir, que pasen desapercibidas para los usuarios.

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