El pleno de la Diputación de Granada celebrado esta mañana ha terminado en una importante trifulca entre el portavoz del grupo popular, Antonio Granados, y el presidente de la institución provincial, Antonio Martínez Caler, a cuenta de la polémica declaración de bienes de los diputados, que había causado un cruce de declaraciones en los días precedentes por parte de uno y otro representante.

Era el turno de ruegos y preguntas, cuando Granados tomó la palabra para subrayar ante Caler que se sentía "ofendido en lo personal" a cuenta de la valoración "torticera" que el presidente había hecho de los bienes de algunos diputados de su partido (entre ellos de él mismo, al que Caler acusó de mentir en su declaración).

En este sentido, Granados ha argumentado que "hasta siete diputados del equipo de Gobierno, entre ellos los dos de Izquierda Unida no han declarado el saldo". En ese momento, Granados se preguntó si las nóminas de estos diputados se cobraban "en caja". Por todo ello, el representante popular exigió a Caler que "pidiese disculpas" por sus declaraciones.

Caler, que dio por terminado el pleno tras la pregunta de Granados, espetó que no tenía por qué pedir disculpas por sus acusaciones de mentir en la declaración de bienes.