Granada

"Cualquier familia con sensibilidad y tiempo puede acoger a un menor"

  • Una docena de parejas de la provincia están dispuestas a cuidar durante seis meses en su hogar a niños pequeños en situación de riesgo, pero hacen falta más · Quizás la suya cumpla los requisitos

En el número 24 de la calle Recogidas hay un rincón que procura protección a niños en situación de riesgo. Allí tiene su sede la asociación andaluza de apoyo a la infancia Aldaima (www.aldaima.org), una entidad colaboradora de la Junta de Andalucía, que se encarga de gestionar los acogimientos de aquellos menores que han sido retirados de sus entornos familiares. Son varios los programas de acogimiento que lleva a cabo Aldaima. Pilar Jiménez es coordinadora psicóloga del de Acogida Temporal de Urgencia, que, financiado por la administración autonómica, constituye el primer eslabón de toda una cadena de ayuda, en la que juegan un papel esencial las familias de acogida. La suya podría ser una de ellas.

-¿Cuál es la historia de Aldaima?

-La asociación Aldaima nació por la inquietud de un grupo de profesionales que estaba trabajando en el ámbito de la infancia y la familia. Éramos compañeras de carrera y habíamos tenido un desarrollo paralelo en el mismo ámbito, aunque cada una en un área distinta, así que nos reunimos y decidimos fundar la asociación, que está integrada actualmente por catorce personas, entre trabajadores sociales, abogados, psicólogos, educadores familiares... Estamos habilitados como entidad colaboradora de la Junta de Andalucía desde 1999.

-Actualmente, doce familias están dispuestas a acoger a un menor de forma urgente en la provincia. ¿No son pocas?

-Aunque parezcan pocas no lo son. El programa de Acogida temporal de Urgencia lo pusimos en marcha en abril de 2008, gracias al impulso dado por la jefa del Servicio de Protección de Menores, Alicia Núñez. Habilitar en un año doce familias y que 21 menores hayan podido beneficiarse de este recurso no es poco, pero lo que queremos es tener muchas más familias. ¿Por qué? Porque esta es una buena alternativa a los centros de acogida inmediata. Hasta ahora, el mecanismo que ha funcionado es el acogimiento residencial, pero siempre va a ser mejor un núcleo familiar. Se trata de familias que están disponibles 24 horas, como un centro, que pueden atender hasta dos menores y no necesitan conocer la historia previa porque están dispuestas a todo.

-Deben ser personas con mucha capacidad...

-Sí, saben que el niño puede venir con una reacción emocional lógica de una separación rápida, porque pueden haberlo retirado esa misma mañana de su familia y están a las dos horas con ellos.

-Imagino que los padres de acogida se enfrentarán a situaciones muy complejas.

-Complejas pero a la vez llevaderas, porque a las familias se les ha formado, se les ha preparado y se les han explicado las características de estas reacciones y por qué los niños pueden manifestar unas u otras... Reacciones que son lógicas, porque aunque provengan de un ambiente muy complicado, para ellos los están separando de sus seres queridos y conocidos. Las familias de acogida saben cómo abordar y atenuar esas manifestaciones, así como instaurarles ciertos hábitos que en su ambiente no han tenido, como por ejemplo un horario de sueño o de alimentación... Todo eso es algo que las familias van a hacer de una manera natural, siguiendo su esquema, porque casi todos nuestras familias tienen hijos, son criadoras profesionales.

-¿Qué edades tienen los menores que se suelen acoger?

-Este programa de urgencia es prioritario para niños de 0 a 6 años, porque lo que se quiere evitar es que los bebés entren en los centros, pues el efecto de la institucionalización va a ser peor en un niño pequeñito que en un menor de 12 ó13 años, que tiene ya más clara su realidad y el ingreso en un centro lo puede tomar como un internado.

-¿Las familias granadinas son solidarias?

-Muy solidarias y cada vez más. Cada vez que tiene difusión nuestra labor, las familias responden, porque es algo natural. Si tú tienes una estructura, tus hijos y la vida ya hecha al cuidado, no te importa cuidar durante 'equis' tiempo a más pequeños.

-¿De cuánto tiempo hablamos?

-Se formaliza para seis meses, prorrogables hasta nueve.

-Las despedidas deben ser duras.

-El componente de la despedida es algo que está ahí. Los acogedores saben que van a tener a un niño seis meses, que se tienen que vincular muchísimo para cuidarlo bien y también que se va a ir. Emocionalmente tienen que amortiguar eso y para eso también estamos. Nosotros participamos en esos desacoplamientos y las familias, cuanto más implicadas están en ese desacoplamiento, más satisfechas se quedan.

-Habrá unos filtros muy estrictos a la hora de seleccionar a las familias.

-Claro, claro... Estas familias lo único que ejercen es la guarda, que no es poco. Tienen todas las obligaciones que la ley establece cuando se ejerce la guarda sobre un menor: educar, alimentar, dar afecto, guiar, proteger... Pero la tutela la sigue manteniendo la Junta, que es lo que se le suspende a los padres biológicos. Entonces, la Administración sigue siendo la responsable última y tiene que garantizar que en los hogares donde van los niños van a estar bien cuidados y en condiciones. Y es por eso que se hacen unas valoraciones exhaustivas.

-¿Cuál es el perfil del acogedor?

-En principio, cualquier persona adulta con sensibilidad, capacidad y disponibilidad. Las familias que se están acercando y que funcionan son matrimonios, con hijos adolescentes, jóvenes todavía y con muchas ganas. Son personas que tienen resuelta su paternidad; no quieren tener hijos, quieren ayudar.

-¿Se cobra?

-Sí , las familias reciben una ayuda, que no es un sueldo, es un reconocimiento a ese trabajo.

-¿Se puede decir a cuánto asciende esa ayuda?

-Sí, alrededor de 750 euros por un menor , 900 y algo por dos, y mil y pico por tres.

-El domicilio de las familias de acogida será secreto...

-Los datos de los acogedores son totalmente confidenciales. No hay interacción entre ellos y la familia biológica. Nosotros somos la entidad mediadora y quedamos con la familia acogedora para que nos entregue al menor para llevarlo al sitio donde lo visita su familia biológica semanalmente.

-¿Los padres biológicos suelen querer recuperar a sus hijos?

-La mayoría son buenas personas... Sólo han tenido alguna problemática coyuntural. Todos quieren recuperar a sus hijos.

-¿Qué problemas suelen presentar las familias a las que se les retira la tutela de sus hijos?

-Recientemente se hizo un estudio, en el marco del otro programa (el de familia extensa), y se vio que en la inmensa mayoría la problemática asociada a sus familias biológicas era la drogadicción y la encarcelación de los padres. Hay también niños que han recibido maltrato activo (malos tratos físicos), aunque afortunadamente no es lo más frecuente... Lo más frecuente es la negligencia, la falta de responsabilidad de los padres para cubrir las necesidades de sus hijos.

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