Granada

Galardones al fiel reflejo del espíritu y valor granadino

  • Augusto Méndez de Lugo y Enrique Morente son nombrados hijos adoptivo y predilecto de la provincia por la Diputación, que celebró ayer sus Premios 2008

De la magistral ejecución musical del flamenco de Enrique Morente al lúcido ejercicio de la administración de la justicia de Augusto Méndez de Lugo; de la exitosa divulgación científica promovida por el Parque de las Ciencias a la superación deportiva de los tres medallistas paraolímpicos José Manuel Ruiz, Tomás Piñas y Manuel Ángel Martín; de la brillante voz de la joven soprano Mariola Cantarero a la maestría del literato Justo Navarro; del impulso que ha dado la paleontología a algunos pueblos de nuestra provincia, como Orce y Galera, al crecimiento imparable del Puerto de Motril.

Entre éstos, el cantaor Enrique Morente, quien recibió de manos del presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, la Mención de Hijo Predilecto de la Provincia de Granada. "Ese hereje, al que puristas irredentos piden excomunión continua, que se redime en cualquier momento transformándose en sumo sacerdote de una única religión: el flamenco", lo definió Martínez Caler. "El presente y el futuro del flamenco no se entenderían sin su contribución", añadió Griñán.

Sin embargo, el artista del Albaicín, ajeno a los halagos de los presidentes, puso la nota de humor, rompiendo la solemnidad del acto. Equívocos a la hora de elegir el bolsillo adecuado -donde estaba el discurso real y no papeles de actos anteriores-, confusiones en la lectura y su simple desparpajo levantaron las risas y los posteriores aplausos del ilustre público (formado por amigos, compañeros y representantes institucionales). "En el barrio me plantearon la duda de si iba a ser nombrado hijo predilecto, hijo pródigo o hijo prodigio", explicó con guasa el cantaor.

Más poético resultó el discurso del presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Augusto Méndez de Lugo, distinguido como Hijo Adoptivo de Granada, que repasó los tesoros de la provincia con todo detalle. "Quien ha conocido el paraíso siempre quiere quedarse en él", concluyó el madrileño, que denominó a este apego inquebrantable por Granada 'Síndrome de Boabdil'. Aunque el jurista confesó que ha recibido más de lo que merece ("ser reconocido entre los granadinos como uno más de ellos"), Griñán resaltó su contribución a "convertir la controversia en concordia durante su brillante y dilatada trayectoria profesional".

Por su parte, el Parque de las Ciencias jugó un doble papel en la ceremonia. Por un lado, sirvió como sede de la entrega de los premios de la Diputación. Por otro, el Consorcio del Parque también fue uno de los galardonados en esta edición por convertirse en "un centro de divulgación científica de nivel internacional, con el consiguiente beneficio educativo, cultural y socioeconómico para Granada y Andalucía", expresó Martínez Caler. Su presidente, Ernesto Páramo, extendió la Medalla de Oro de la Provincia recibida a todas las personas e instituciones que han hecho posible el proyecto, a esa suma de esfuerzos que apostó por el optimismo pedagógico y la necesidad de adaptar la Ciencia a la ciudadanía. "Los desafíos eran grandes, pero creo que se han cumplido y este premio debería servirnos no como reconocimiento a lo hecho, sino como estímulo para lo que tenemos que hacer", apostilló Páramo.

También con la vista puesta en el futuro, en este caso, en Londres 2012, estaban los tres deportistas granadinos que se alzaron con medalla en los Juegos Paraolímpicos de Pekín. José Manuel Ruiz, Tomás Piñas y Manuel Ángel Martín son, según Griñán, la mejor muestra de lo que es esfuerzo y superación personal y, por tanto, grandes merecedores de la mención honorífica de la Diputación de Granada.

De igual modo, la joven soprano Mariola Cantarero, obtuvo otra mención porque "sus sobreagudos, sus filados, su fuerza interpretativa y su edad la hacen ver como la sucesora más clara de Gruverova", explicó Griñán. "Yo estoy muy orgullosa de este galardón, tanto como granadina como soprano, y espero que sirva para que la lírica deje de estar olvidada", solicitó la cantante.

Y olvidados estaban los restos arqueológicos de la zona Norte de la provincia hasta que actuaciones municipales como la de Orce y Galera -también premiados ayer- han puesto en valor el potencial cultural y turístico de los yacimientos.

Asimismo, el Puerto de Motril obtuvo una mención honorífica en el centenario de su creación y convertido en uno de los principales motores de la provincia. "El presente y el futuro de Granada", destacó Martínez Caler.

El escritor, traductor, periodista y crítico Justo Navarro Velilla fue otro de los homenajeados por su trayectoria profesional, aunque el granadino no pudo acudir a la celebración, recogiendo el premio su hermana María José.

Sí estuvo presente, y mucho, el recientemente fallecido Francisco Ayala, uno de los hijos predilectos de Granada. Un vídeo sobre el ensayista centenario, acompañado por el coro de voces blancas Ciudad de la Alhambra -interpretando El barquito de nácar- y las palabras de Griñán y Martínez Caler recordaron a uno de los granadinos por excelencia. "Ayala fue un testimonio, es un testimonio de lucidez, sabiduría, humanidad y generosidad con la vida", sentenció el presidente autonómico.

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