El nuevo Reglamento Orgánico de Centros (ROC) ya no tiene obstáculos para que se aplique el próximo curso en Andalucía. Aunque el proyecto todavía debe contar con el visto bueno del Consejo Consultivo y el de Gobierno, ayer superó con holgura el dictamen del Consejo Escolar de Andalucía, el único órgano que representa a toda la comunidad escolar.

Por 33 votos a favor, 11 en contra y cinco abstenciones, los polémicos reglamentos diseñados por la Consejería de Educación fueron aprobados con el beneplácito de dos sindicatos, CCOO y ANPE, que valoraron positivamente los "avances" que había registrado la Administración autonómica desde el primer borrador.

Tres de las fuerzas sindicales de enseñanza, Ustea, APIA y CGT concentraron a casi un centenar de afiliados de Granada y Jaén en la entrada del Parque de las Ciencias para manifestar su rotundo rechazo al texto que contempla un modelo diferente de gestión de los centros educativos con la finalidad de conseguir una mayor autonomía.

"Este proyecto nos deja a los docentes sin instrumentos -dice el portavoz de APIA, Javier Derrac-, sujetos a un comisario político". Se refiere a las competencias que otorga esta normativa a los directores de los centros educativos. "El director será el que decide y la Administración los ha blindado para ello", apuntan desde este sindicato. "El ROC plantea un modelo jerárquico de las escuelas públicas", añade Pepe Segovia, de Ustea. "Se abre la puerta para las contrataciones a dedo", insiste José Antonio Ojeda, de CGT.

Con el voto en contra de UGT, Ustea, SADI y CSI-F, el ROC ha conseguido salir adelante gracias a un nuevo sistema de votación que pone en entredicho aún más la capacidad de decisión del Consejo Escolar de Andalucía. "Llevábamos más de 200 enmiendas -advierte Germán Girela, de CSI-F- pero con este sistema se han rechazado en bloque". Para Girela "esto es un falso debate".

Los sindicatos creen que la Consejería quiere que los nuevos reglamentos estén en la calle en junio y poder modificar la previsión de plantilla para el próximo curso. El proyecto contempla una reforma de los departamentos didácticos que obligará a quitar o añadir muchos cupos de docentes en los centros de enseñanzas no universitarias.

APIA está recogiendo firmas (ya tiene más de 2.000) en contra de la nueva gestión y sus homólogos sindicales preparan un calendario de movilizaciones. Para muchos docentes, el nuevo ROC, según Segovia, significa "Resignación, Obediencia y Claudicación".