Componentes de varios colectivos ecologistas participaron ayer en una excursión-protesta en Sierra Nevada, iniciativa con la que mostraron su oposición alas obras que Cetursa, la empresa que gestiona la estación de esquí, está llevando a cabo en diversas zonas de la estación desde finales del mes de julio.

La Asamblea contra la Universiada y en Defensa del Agua, organizadora de la actividad, asegura que participaron en la marcha unas 300 personas, que cubrieron la distancia que separa la Hoya de la Mora y la zona de Borreguiles.

El objetivo era contemplar de cerca el estado de las primeras obras que se realizan con motivo de la Universiada 2015 y que están incluídas en el Plan Estratégico de Actuaciones 2007-2017 de Cetursa. En primer lugar, la remodelación de la pista Universiada, donde se construye un túnel subterráneo de unos sesenta metros de longitud en su intersección con la pista Maribel y en la que se están instalando treinta cañones de creación de nieve artificial. La otra obra es la segunda balsa de agua para producción de nieve, que se construye en la zona de la Zahareña, lugar donde intervinieron representantes de los colectivos congregados.

Con esta excursión, la Asamblea contra la Universiada y en Defensa del Agua quiere "romper el silencio oficial que rodea" a unas obras que califican de "auténticas agresiones contra la Sierra, sus aguas y sus pueblos", así como seguir denunciando lo que consideran "una política de hechos consumados por parte de Cetursa y las distintas administraciones".

"A pesar de las denuncias presentadas contra estas obras por los graves daños a los ecosistemas de la sierra y por la incompatibilidad manifiesta de un delegado de Medio Ambiente que firma los permisos siendo a la vez consejero de Cetursa, el verdadero problema de estas obras no es legal, sino ecológico y social", recalcan.

Los ecologistas afirman que "es todo un modelo económico lo que hay que poner en cuestión", porque "si Cetursa ha solicitado una ampliación de las captaciones de agua que triplica la cantidad de la que dispone actualmente, es porque está decidida a seguir creciendo. Es decir, a construir más pistas, más hoteles, más remontes y más aparcamientos y, sobre todo, a multiplicar sus sistemas de producción de nieve artificial, lo cual exige enormes cantidades de agua y energía. Por muy sostenible que lo pinten, es un modelo basado en la misma destrucción del territorio", agregaron.