El aviso está dado y el emisor del mensaje es el propio alcalde. Torres Hurtado declaró abiertamente que el Ayuntamiento ha recomendado a las empresas municipales o participadas que "se aprieten el cinturón". No en vano, él mismo lo está haciendo ya que ayer fue la primera vez que reconoció de manera pública que esta teniendo "ciertas dificultades para pagar facturas de gasto ordinario y nóminas". Para Torres Hurtado toda esta situación se debe a una cadena de hechos que apuntan directamente nada menos que al presidente del Gobierno.

Su explicación es clara: "El Gobierno manda menos dinero a los ayuntamientos y éstos tienen menos fondos para poder sustentar sus empresas municipales por lo que, no sólo Inagra, sino el resto tendrán que plantear un reequilibrio para poder mantener el nivel de trabajadores y servicios".

El alcalde fue contundente al recordar que el Estado ha dejado de ingresar 16 millones en las arcas municipales y que para el 2011 se prevé que la reducción sea de 25 millones por lo que el Consistorio también tiene que ajustar sus aportaciones a las empresas y las empresas negociar con sus trabajadores cómo afrontar esta realidad económica.

Toda esta situación tiene un punto de inflexión: el anuncio del posible despido de 200 empleados en Inagra o la reducción de un 25% de la plantilla, según su propio el comité de empresa. Preguntado por esta situación, el alcalde dijo: "No voy a ser yo el que medie entre empresa y trabajadores aunque apelo a la solidaridad de los trabajadores para evitar cualquier tipo de despido en ningún sitio".

Evidentemente, el reequilibrio económico del que habla el alcalde va en dos direcciones. O se disminuye plantilla para reducir sueldos o se bajan directamente los salarios, opción que le toca a las empresas decidir.

Aún así, Torres Hurtado puso de ejemplo a Emasagra para solventar este conflicto ya que, en su caso, han puesto en marcha un plan de prejubilaciones voluntario que ha ayudado a rebajar la masa salarial general un 5% y evitar que se tengan que realizar más bajadas de sueldo (independientemente de la que ya se aplicó con el decreto del Gobierno central).

En cualquier caso, Emasagra no tiene el problema de Inagra, empresa a la que el Ayuntamiento adeuda 30 millones. En este punto el alcalde quiso desvincular la deuda con cualquier tipo de negociación empresarial. "El Ayuntamiento no adeuda sino que va haciendo los pagos cuando cuenta con fondos y tiene ingresos. El dinero municipal siempre llegará a las manos de la empresa, lo que puede pasar es que tarde en llegar".

Con esta situación, Inagra se encuentra actualmente enfrascada en negociaciones y realizando cuentas que puedan salvar a los trabajadores. Unos trabajadores que en un año llevan varios conflictos a la espalda, con huelga incluida.