El antiguo Hotel Reúma, situado en la ladera de la Alhambra que cae sobre el Paseo de los Tristes, se convertirá en el centro de interpretación del paisaje del Darro. El Patronato de la Alhambra quiere vincular este viejo proyecto, estancado durante años, con la revitalización y reivindicación de la riqueza que encierra el entorno del monumento a lo largo del cauce del río.

La Alhambra cuenta ya con un nuevo proyecto para este edificio, que incluye un plazo de unos 18 meses para la ejecución de las actuaciones. La secretaria general del Patronato, Victoria Chamorro, aseguró que en estos momentos ésta es una de las principales prioridades y que la iniciativa tendrá que hacerse en los próximos dos años.

La idea es recuperar el antiguo edificio para que sea el eje de todos los proyectos que están previstos para revalorizar el valle del Darro. Se convertiría en un centro de interpretación de toda esa zona y sería el punto de partida de casi todos los itinerarios que se van a diseñar por distintos puntos del entorno.

Otro de los cambios sustanciales que se llevarían a cabo con este proyecto sería el acondicionamiento de los taludes para poder hacer una subida desde allí hasta el Cerro del Sol y para incorporar una nueva entrada a la Alhambra, directamente a través de la Puerta de las Armas.

El proyecto no incluye exclusivamente el edificio, sino todo su entorno más próximo, que tiene un cierto carácter rural, con antiguas huertas. Chamorro explicó que el objetivo es conseguir también la implicación del Ayuntamiento de Granada para unir al proyecto el Carmen del Granaíllo, que es de propiedad municipal. Este conjunto podría tener unos mil metros cuadrados de extensión.

La creación de un centro de interpretación del entorno del Darro tendrá que poner de relieve sobre todo aquellos elementos que están relacionados con la cultura del agua, tan importante para la Alhambra.

De hecho, el monumento tiene una serie de derechos históricos sobre el agua de riego del Darro, a la vez que tiene obligaciones de cesión con otros usuarios que están por debajo. Se trata de conducciones de agua históricas.

Los usos de las aguas vienen de la época nazarí, aunque en 1517 fueron recopilados en una ordenanza del Conde de Tendilla, que se encuentra en el archivo del Patronato de la Alhambra.

Desde entonces hasta ahora se han mantenido los usuarios, las comunidades de regantes y los derechos, aunque éstos fueron actualizados más recientemente por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (lo que hoy es la Agencia Andaluza del Agua).

En los estudios realizados por la Alhambra se ha comprobado que se mantienen también conducciones, puentes, acueductos y otros elementos vinculados a los ríos y al agua. Toda esta tradición es la que quiere mantener el Patronato, que reivindica la importancia del valle para la Alhambra, vinculada sobre todo a través de la Acequia Real.

"Todo forma parte de un pasado común y cualquier alteración incidiría en la Alhambra", agregó la secretaria general.