Un choque lateral entre dos barcos que se encontraban atracados en el Puerto de Motril obligó ayer a la Autoridad Portuaria motrileña a activar en primera instancia el protocolo de seguridad de esta dársena granadina y posteriormente el Plan Nacional de Contingencia ante la aparición, horas después del choque, de un vertido de combustible.

El fuel habría salido de una pequeña fisura que se produjo en la parte inferior de uno de los navíos accidentados en el suceso y que no fue detectada cuando ocurrió el suceso.

El Puerto de Motril tuvo que activar varias autobombas para sacar el combustible que en un principio quedó en el depósito del barco y el que se vertió al agua.

Según informaron fuentes portuarias, los protocolos funcionaron con "rapidez y eficacia", lo que impidió que la mancha de gasoil (de la cual no trascendieron las dimensiones, aunque sí que llegó a salir al exterior de la dársena) se propagara a zonas cercanas.

Durante más de cuatro horas numerosos operarios trabajaron para controlar el vertido. En un principio, el choque de los dos barcos ocasionó que se tuviera que activar el plan de emergencia al detectarse simplemente una fuga de agua, extremo que fue atajado rápidamente.

Una hora más tarde se detectó una pequeña fisura en la parte inferior del casco debajo del agua que ocasionaba la salida del combustible que había en uno de los depositos, lo que motivó que se activara rápidamente el Plan Nacional de Contingencia, ya que parte de este combustible llegó a salir al exterior.

El suceso ocurrió ayer sobre las 13:20 horas en el Puerto de Motril, cuando a un Euroferrys que se encontraba atracado en el muelle-dique para ser reparado se le rompieron los amarres de sujeción al muelle durante la realización de una maniobra. Después de soltarse, se produjo un movimiento lateral hasta llegar a colisionar con una embarcación de mercancías que estaba atracada en el muelle de las Azucenas.

Esa otra embarcación se encontraba justo en el lado opuesto y, en el momento del impacto, se encontraba descargando trigo, según precisaron las mismas fuentes, que destacaron que la rápida actuación de los remolcadores impidió que el choque fuera mayor y tuviera más consecuencias.

El Euroferrys quedó posteriormente de nuevo atracado en su lugar y la actividad portuaria continuó con total normalidad tras el incidente registrado, una vez que se controló la propagación del vertido de fuel por el agua.