Granada

Vecinos denuncian que una obra del Arzobispado invade un vial público

  • La parcela donde se construye la escuela La Inmaculada ha ganado "misteriosamente" 800 metros · Han dejado la calle pública trasera con un metro de ancho en lugar de 5

Los vecinos de 42 viviendas sociales en la calle Joaquina Eguaras de la zona Norte de Granada han reclamado a la Gerencia de Urbanismo que aclare lo que consideran una ilegalidad urbanística: la invasión de un vial público por parte de una obra del Arzobispado, en concreto la construcción de la Escuela de Magisterio La Inmaculada.

Lo que los vecinos exigen a Urbanismo es que aclare cuántos metros tiene la parcela de la Iglesia y que obligue a restablecer la normalidad urbanística en el vial, que en lugar de los cinco metros de separación legales se ha quedado con apenas un metro por esa invasión de terreno.

El tema está en aclarar por qué en el Catastro y en el PERI de Almanjáyar el suelo sobre el que el Arzobispado construye su escuela de magisterio tiene 8.400 euros y en el Plan Especial redactado para conseguir la licencia de obras se cuenta de repente con 8.800 metros. "Eso es lo que queremos que resuelvan los técnicos que han hecho el plan", reclama el portavoz de los vecinos afectados, José González.

Al parecer, en el Plan Especial de la parcela 1 Sector XI del PERI Almanjáyar, realizado por la parte demandante (la Iglesia) en 2009, se aumenta la superficie de la parcela de los 8.400 del Catastro y del PERI hasta los 8.844, "pero nunca dice que para aumentar esa superficie cuente con metros de la parcela colindante ni del vial público. Además, tampoco se han puesto en contacto con los propietarios de esa parcela (la de unas viviendas sociales) para poder negociar el aumento de terreno", explica González. Pero es más, los vecinos exigen que se aclare cómo en el Ayuntamiento se aprobó ese aumento de superficie. "O se lo han creído sin más o han hecho la vista gorda", denuncia el representante vecinal.

Las obras de la escuela comenzaron en septiembre de 2009 y fue hace un mes cuando se levantó el muro de la discordia. "Van con la política de hechos consumados y no nos vamos a callar, por lo que reclamamos a la Gerencia que nos conteste, que restablezca la normalidad urbanística y que también certifique los efectos del silencio administrativo".

Los vecinos reclaman que se obligue a la Iglesia a tirar el muro y hacerlo "donde legalmente tienen que levantarlo, respetando las distancias, porque lo han hecho como muro medianero y eso no es una medianera según el PGOU. Así, el muro según la ordenanza de cerramientos de espacios públicos tiene que ser de un metro ciego y hasta 2,5 metros en reja".

Con la reducción del vial público, los vecinos denuncian que el metro que queda entre las parcelas "se va a convertir en un vertedero". Además, temen por su seguridad "ya que evita el acceso de servicios de emergencia como los Bomberos, entrada que sí se garantiza con el vial público de 5 metros que indica la ley" y que se ha vulnerado.

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