LOLI, como todo el mundo del fútbol granadino la conoce de forma cariñosa, es la mujer que más manda en el fútbol de Andalucía. Su puesto de vicepresidenta jurídica-económica de la Federación Granadina de Fútbol (FGF) es el más alto que ocupa una mujer en todo el entramado rector del balompié de la comunidad. Su figura es querida y respetada, aunque "algunos clubes no me mirasen cuando estaba en el Comité de Competición", cuenta como uno de sus primeros recuerdos como federativa. Licenciada en Derecho por la Universidad de Granada (1988), Loli Gómez García nunca se imaginó una vida profesional ligada al fútbol: "Sabía que el balón era redondo, pero nada más". Por eso, su ingreso en el deporte rey fue por una "cuestión de confianza. Una vez que mi hija creció, José Manuel Molina Maza me ofreció entrar en el Arenas de Armilla, club que él presidía. Fue un reto grandísimo, pero a mí me gustan los retos. Me proporcionaron un arma: la legislación. La estudié, me gustó, y el resto vino solo", relata Loli. Confiesa que le costó soltarse entre tanto hombre: "Tienes que demostrarle que vales", dice al tiempo que ve "lenta pero firme" la incorporación de la mujer al fútbol: "Cada vez hay más mujeres que van a ver a sus hijos a los campos. Que entren en puestos de responsabilidad es sólo cuestión de tiempo".