Granada

"Es importante ir a las elecciones con un perfil netamente de izquierdas"

  • El parlamentario presenta hoy en Granada su libro 'La izquierda que se busca', un conjunto de reflexiones sobre la crisis y el presente y futuro político del socialismo

Es diputado, pero le ha dado tiempo a escribir un libro y hoy lo presenta en Granada, en concreto en la sala que para ese tipo de actos tiene la Universidad de Granada en su librería La Bóveda. La izquierda que se busca, que así se llama el libro, es un conjunto de reflexiones de un socialista convencido de sus ideas, no siempre cómodo para quienes dirigen su partido -pertenece a la corriente Izquierda Socialista- y que no se resigna a pensar que la crisis no tenga remedio.

-¿Qué le impulsó a publicar el libro justamente ahora? ¿Consideró conveniente que viera la luz en estos momentos por algún motivo en especial?

-El libro tiene un subtítulo que indica que son reflexiones sobre políticas en crisis; es decir, aplicadas en momentos de crisis y a veces cuestionadas por la crisis misma. El material recogido son textos, algunos inéditos, escritos en los dos primeros años de la actual legislatura, cuando el presidente del Gobierno anunciaba en el Congreso el plan de ajuste que a partir de entonces se aplica. Lo que pensábamos que era una situación que reclamaba la aplicación de políticas socialdemócratas, se nos reveló como un momento en que las presiones económicas abrían el camino para que los neoliberales se impusieran de nuevo. Todo ello supone un gran desconcierto para la izquierda y ahí está toda Europa para constatarlo. Desubicada, la izquierda se busca a sí misma y es buscada por amplios sectores de la ciudadanía. A eso responde el libro.

-¿Hasta qué punto es posible transformar un partido como el PSOE? Dicho de otro modo: ¿Va a dejar que se encuentre esa izquierda que se busca?

-El PSOE es un partido grande y con mucha historia detrás. Su recorrido histórico avala su capacidad para ponerse al día. Su tamaño hace compleja la tarea de renovación, y no me refiero meramente a los cambios de dirigentes. La clave está en saber interpretar las circunstancias y problemas de una nueva sociedad, hilvanando su discurso y su acción política con el hilo rojo de una tradición socialista que viene de muy atrás y continúa proyectándose al futuro y proyectando futuro. Sigo pensando que el PSOE tiene capacidad de autotransformación, por más que también haya factores que la retarden.

-¿Esa izquierda va a encontrarse antes de las elecciones de 2012 o hará falta que reflexione sobre su futuro en la oposición?

-Es importante concurrir a las próximas elecciones con un perfil netamente de izquierdas. También es cierto que la tarea de reconstruir un proyecto socialista consistente se presenta con un recorrido más largo que el que marcan las citas electorales. No olvidemos tampoco que la reconfiguración de la izquierda viene de más lejos que la presente crisis, la cual no ha hecho sino agudizar la necesidad del proceso de reconstrucción en el que estamos. Y el PSOE tendrá que afrontarlo allá donde lo pongan los ciudadanos.

-No oculta que el PSOE ha cometido errores y de hecho los critica. ¿Pero le parece que está recibiendo un castigo excesivo, que se tiende a culpar al Gobierno absolutamente de todo?

-Es verdad que existe esa tendencia. Lo paradójico es que la aliente una derecha política ayuna de propuestas serias para afrontar la crisis y que opera según marca una derecha mediática con notable poder. Ésta activa la correa de transmisión respecto de fuertes poderes económicos hoy interesados en recortar el Estado de bienestar y en retroceder en lo que ha supuesto nuestro Estado de las Autonomías.

-Defiende la ideología como base de toda política. Con la mano en el corazón: ¿Qué parte se pierde por el camino? ¿O sólo se pierde ingenuidad?

-Ni las convicciones ni la elaboración teórica que las acompañe son, personal o colectivamente, un traje compacto y dogmático. Tampoco deben ser un traje de quita y pon. La cuestión es cómo se articulan principios, proyecto político y luego estrategia y medidas concretas. Si el tacticismo se traga a la estrategia, malo para la acción política. Si el proyecto acaba en contradicción con los principios, estamos perdidos. No es malo salir de la ingenuidad -es desastroso permanecer en ella-; lo malo es instalarse en el cinismo, y eso siempre acecha en el ámbito del poder.

-Cuando se pasa de las palabras sobre el papel, de los ideales y de los altos objetivos, a la política de confrontación y de busca sistemática del daño al rival, ¿qué sensación le queda?

-Hay que pretender la mayor coherencia entre lo que se dice y lo que se hace. En el largo trecho de la política necesitamos consensos y también dar espacio y un tratamiento adecuado a los disensos. Otra cosa son ciertas batallas epidérmicas que sólo reportan desgaste mutuo de las fuerzas políticas y cansancio para una ciudadanía condenada a un espectáculo aburrido. La conflictividad innecesaria oculta además los conflictos de fondo. A la izquierda no nos conviene y la derecha, que lo sabe, lo explota. A veces caemos en la trampa.

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