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En la piel de un detective Alejandro Pedregosa Alfonso Salazar

  • Ambos han saltado de la poesía a la novela negra y para ellos lo importante no es el héroe sino lo heroico. Creadores de personajes como Uriza y Matías Verdón, cada uno elige una trama marcada por su propio carácter

1. Si fuese Suso Corbalán me iría directo al Museo de la catedral de Santiago de Compostela para ver dónde ha ido a parar el Códice Calixtino. Si estuviera en Pamplona, como el comisario Uriza, investigaría una trama de oscuros negocios en torno a la exportación de espárragos y pimientos del piquillo (risas).

2. Granada da para mucho. La Alhambra, desde luego, estaría muy bien, pero no son descartables El Carmen de los Mártires, La Cartuja o un lugar tan querido como la Huerta San Vicente.

3. No me interesan los héroes, aunque sí lo heroico. Los personajes que cruzan por mis novelas son gente sencilla que se ve envuelta en problemas complejos.

4. La novela negra es un territorio fascinante porque, como autor, me permite abordar dos temas que siempre me han interesado: el poder de las miserias humanas y la grandeza invisible de los personajes anónimos. Además, la novela negra sirve para quitar ese velo de asepsia que cubre a nuestras sociedades tan pretendidamente correctas. Por más que se iluminen las fachadas de los edificios, las cloacas siguen estando llenas de porquería.

5. Más allá de los clásicos, que todos recordamos y veneramos, me quedo con John Conolly o Fred Vargas. Dos maneras contemporáneas muy distintas de abordar el género negro, pero ambas muy interesantes.

6. Aquí sí me agarro a un clásico, 1280 almas, por ejemplo.

7. Sin duda, ver la vida desde un prisma meridional, y más concretamente mediterráneo. El amor, el humor, el crimen y el delito son diferentes según lo ilumine al sol o el reflejo de la nieve.

8. No me importa tanto el adjetivo que se le añada como que el contenido de la novela sea verdaderamente literario. En todas he encontrado obras interesantísimas, con cuya lectura he podido disfrutar y aprender, pero a la hora de escribir me agarro a mi forma de ver el mundo, que tiene más que ver con el sur, la calidez y el humor.

9. Porque entiendo que, hasta el momento, nuestro imaginario criminal es menos violento que el americano. Afortunadamente, la sociedad española no disfruta coleccionando armas, con lo que aquí la tendencia al crimen tiene más que ver con fallos en la conducta moral del individuo: envidias, celos, rivalidades, ambiciones desmesuradas.

10. Creo que no, hasta ahora mis novelas se han mantenido a golpes de imaginación, pero no descarto en el futuro utilizar un suceso real para levantar una trama en la ficción.

11. Si te lo digo te cuento la novela que estoy escribiendo, y es muy pronto para eso. Pero te diré que me preocupan mucho los traumas que la infancia y la adolescencia dejan en los adultos. Al mirarnos por la calle todos parecemos tan sobrios, tan equilibrados, pero por dentro…

1. Si mañana se despertara en la piel de Suso Corbalán o de Matías Verdón, ¿qué caso le encantaría investigar?

2. ¿En qué misterioso lugar de Granada localizaría una trama policiaca?

3. Los protagonistas de sus libros no son precisamente héroes. ¿Cuánto tienen del vecino de al lado?

4. Es uno de los pocos que se atreve en España con este género... ¿Qué le impulsó a dar el paso de la poesía a la novela policiaca?

5. ¿Me nombra a un autor imprescindible de novela negra?

6. ¿Y una obra?

7. ¿Qué le diferencia de autores como Larsson?

8. ¿Con cuál se queda: con la novela negra americana, con la escandinava o con la mediterránea?

9. ¿Por qué?

10. ¿Utilizaría o ha utilizado datos de alguna historia real para sus libros?

11. ¿Qué es lo último que le ha inspirado?

1. Espero que no me sucediese ¡envejecería bastantes años de pronto! Pero me interesaría algún caso que desvelase la corruptela política.

2. Yo soy muy prosaico para ubicar las tramas: la última sobre la que trabajo sucede en los solares de feriales de los pueblos de Granada, donde los feriantes levantan ciudades efímeras y en los polígonos industriales.

3. Siempre digo que si paseamos por el Zaidín podría señalar a personas que forman parte de personajes. Aunque no es imprescindible que sea en el Zaidín, creo que pasaría en cualquier otro barrio obrero del sur de Europa.

4. Siempre me ha gustado la literatura de género. Me eduqué entre novelas del oeste, de las que se intercambiaban en los quioscos. Y crecí con Salgari, Stevenson, Defoe, Conan Doyle, Verne, Wells, Christie, Stoker, entre naves espaciales, cuevas misteriosas, detectives, monstruos... Tarde o temprano tendría que terminar en algún género. Ahora es el de la novela negra, pero no desdeño enfangarme en la ciencia ficción, o sencillamente en la novela de aventuras.

5. Serían varios: el sentido del humor de Andrea Camilleri. La agilidad narrativa de Philip Kerr. La emocionalidad de Leonardo Padura. Y el acento de barrio de González Ledesma. Con ellos creo que crearía a mi cyborg autor favorito.

6. Hay muchas, pero nombraría La Hora Estelar de los Asesinos de Pável Kohaut, donde se trufa la novela negra y la histórica, algo que creo que en la actualidad es un campo primordial, que hibrida ambos géneros.

7. El éxito, la capacidad de escribir miles de páginas y la muerte.

8. Soy poco aventurero, así que me quedo con la comida casera: la mediterránea, sin duda.

9. La novela refleja las sociedades y yo me guío por cercanía: la sociedad anglosajona, mitificada por el cine, me resulta alejada, ajena. La escadinava, fría y solitaria -aunque disfruto de autores como Sjöwall y Wahllöö, que vendrían a ser los abuelos primigenios de la novela negra escandinava-. Así que prefiero a Madrid, Ledesma, Markaris, Camilleri, Montalbán, incluso Leon o Vargas.

10. Casi siempre utilizo sucesos reales, aunque quedan lo bastante difuminados para que sean escasamente reconocibles. También aparecen personas reales con sus nombres y apellidos, sobre todo cuando se trata de personajes públicos, pero todo en la novela es fabulación, sino se trataría de un reportaje. Y no es el caso.

11. Ahora trabajo sobre temas menos sangrientos, pero no menos dolorosos. Me intereso por la estructura familiar y en especial por los casos de niños desaparecidos, abandono de menores, la compraventa ilegal de niños... Y por desgracia, la prensa me da bastantes estímulos.

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