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Multicines Centro apaga sus proyectores

Los espectadores que esta noche salgan de ver Django desencadenado pasada la una de la madrugada serán los últimos que bajen por las escaleras de Multicines Centro comentando tal o cuál escena. La bajada de espectadores junto a la subida del IVA al 21% y la inversión que se necesita para adaptar las salas al 3D son las principales causas del apagón en los cines de Solarillo de Gracia después de 51 años. Hasta hace poco figuraba entre los cines con la entrada más barata de España, aunque en los últimos tiempos se vieron abocados a subir el precio de la localidad. La empresa Función Privada tenía subarrendado el local desde 1998 y ahora se quedan sin trabajo nueve empleados entre taquilleros, porteros, operadores y limpieza. El edificio es propiedad de la familia Vinuesa, que vive en el País Vasco, y la empresa Nuevo Tráfico es la que tiene arrendado los multicines que, a su vez, cedió para su explotación a Función Privada.

"Hemos estado orientados a un cine más minoritario que, lógicamente, tiene un público también muy minoritario y llega un momento en el que las pérdidas son insostenibles y no se puede pagar la renta a los dueños", explican fuentes de Multicines Centro. "Si estos cines fueran propiedad de la empresa que los explota se podría al menos cubrir gastos, pero al tener que pagar una renta se hace inviable", continúan desde la empresa, donde no tienen constancia que se cierna sobre el edificio alguna operación urbanística.

Función Privada es una empresa familiar que se dedica "en exclusiva" al cine y que tiene su sede en Chiclana. "Hemos buscado llegar a algún acuerdo con la propiedad porque hay que hacer grandes inversiones en maquinaria con la llegada del cine digital y el negocio no da para eso pero no hemos tenido respuesta", lamentan.

Según los expertos, las proyeciones en 35 milímetros casi habrán desaparecido el próximo año. "Nosotros vivimos del cine", afirman aunque admiten que el verdadero negocio son las palomitas. "El 90% de los cines viven de estos ingresos porque en la exhibición de películas la distribuidora se lleva cerca del 70%".

Otra de las razones del declive de Multicines Centro es la aparición de los centros comerciales con salas de exhibición. En concreto, la llegada de Kinépolis supuso un éxodo de espectadores a la Avenida de Pulianas. Ahora, antes de entrar en la sala, se toma un refrigerio y se hacen las compras que el bolsillo permita. Desde las oficinas de Solarillo de Gracia admiten que son cines más modernos y más acordes con los tiempos "porque nosotros no tenemos posibilidad de hacer las reformas necesarias". En este sentido, Función Privada ha mantenido contactos en los últimos meses para evitar que se apaguen para siempre los proyectores. Desde el 1 de febrero será la familia Vinuesa y la empresa Nuevo Tráfico los que tendrán que decidir el futuro del edificio de Solarillo de Gracia.

Mientras, el antiguo cine Goya de la calle Puentezuelas,donde se estrenó West Side Story, sigue acumulando polvo sin que el boom inmobiliario de los últimos años consiguiera al menos convertirlo en un bonito bloque de apartamentos. En 2007 le llegó el turno a los cines Aliatar, convertidos ahora en una discoteca donde, en el mismo lugar en el que se ubicaba la pantalla, hay ahora una fabulosa exhibición de botellas de ginebra. Sobrevive el Madrigal de la Acera del Darro aunque también se enfrenta a la inquietante llegada del 3D.

De momento, en los Multicines Centro, hoy será la última sesión.

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