Javier Krahe: "Siempre es mejor salir absuelto que indultado"

Apenas hace un año todavía desde su última visita a Granada, entonces en BoogaClub, y Javier Krahe repite esta noche, esta vez en PlantaBaja a partir de las nueve de noche. El cantautor madrileño fue un habitual de las noches de El Secadero, la sala de Alhendín hoy inactiva debido a la condena impuesta a su propietario. Desde aquella desmesurada sentencia, y aunque afortunadamente fue indultado con posterioridad, los asiduos de la sala deben sentirse huérfanos y desubicados. Krahe en particular ha tratado de buscar acomodo en otras salas para cumplir con sus incondicionales.

Preguntado por las similitudes entre el proceso a El Secadero y el que él mismo tuvo que padecer durante años por escarnio contra la religión, recuerda que fue uno de los participantes en el concierto que se hizo a favor del indulto y "en todo caso" -prosigue--"siempre es mejor salir absuelto que indultado". Olvidado ya aquel absurdo y penoso procedimiento, Javier continúa paseando por los cafetines su espíritu burlón e irreverente para glosar con su particular sentido del humor y su talento para la rima clásica, sus temas eternos, sus reflexiones sobre las grandezas y las miserias, más de lo humano que de lo divino.

Y si el año pasado venía con algo de retraso a presentar Toser y Cantar, un disco publicado en 2010 que hacía alusión a su sempiterna adicción al tabaco, hábito que aún mantiene, esta vez Granada va a tener la fortuna de ser testigo del estreno de sus canciones más recientes. Las diez de últimas, que así se titulará el nuevo álbum, aún no ha salido del estudio. Comenta Krahe que "toda mi parte está ya grabada pero el disco aún está en fase de mezclas y no verá la luz hasta diciembre". Sobre su contenido, y poniendo de manifiesto su total desapego a las normas más elementales de la mercadotecnia del negocio, titubea y se muestra perezoso a la hora de concretar: "pues te diría que es de temática, digamos, sentimental, es decir, que se mantiene en la línea de mis discos de siempre".

Socarrón, irónico y sarcástico, el cantautor satírico incide con su afilado ingenio en sus crónicas de alcoba salpicadas de melancolía unas veces, y de picardía casi siempre, en sus historias sobre el deseo, la fe, o la ausencia de ella, las mujeres, todas las mujeres, o solo algunas, las hermosas, las inalcanzables, las cercanas o las esquivas, el sexo… Todo ello con su prisma pícaro y díscolo, con su gusto por las esdrújulas y con algún dardo envenenado contra el poder, con sus ironías cargadas de mala uva expresadas con el gesto impasible. Junto a él, sus inseparables Javier López de Guereña a la guitarra, Fernando Anguita al contrabajo y Andreas Prittwitz a los vientos. Este último también ha sido el encargado de la producción del disco, que será distribuido por su sello, 18 Chulos.