La escena granadina es poliédrica, de múltiples y variadas ramificaciones y estilos diversos. La última muestra de ello la viene a ofrecer un cuarteto llamado Alondra Galopa. Se trata de un grupo novel aunque no inexperto, pues sus miembros han militado en anteriores bandas y a los mandos encontramos a uno de los más inquietos activistas locales. Juan Antonio Salinas, un guitarrista experimentado y de contrastada solvencia que ha nadado más bien a contracorriente, sin alinearse con la avanzadilla indie de la ciudad, pero haciendo la guerra por su cuenta en aventuras que nada tenían que envidiar a otras de mayor impacto mediático, militó en los añorados Maine y más tarde en su continuación natural, Varaverde. Junto a él, Mónica Navarro, anteriormente en Morgana y en Mothers Against Drugs, Alberto Castro, de Redhead Gypsie Flickers, y el francotirador Álvaro Blas, que ha formado parte de Automatics, Universal Circus, S.U.E. o Los Invitados, además de otras muchas colaboraciones, completan la formación. Su segunda referencia discográfica, el álbum Voy a Intentar Olvidarlo Todo (Linier Discos/The Borderline), fue publicada la semana pasada coincidiendo con su presentación oficial en el Deezer Monkey Week de El Puerto de Santa María. Esta noche a partir de las nueve en la sala PlantaBaja tendrá lugar su puesta de largo entre sus paisanos, antes de que el grupo se embarque en una minigira por diversas ciudades del país. Con un sonido impecable y poderoso, Alondra Galopa sintetiza en nueve canciones excelentemente interpretadas en castellano por las voces de Mónica y Salinas, el estado de su evolución. Densas cortinas sonoras herederas del post-rock de los 90 envuelven unas melodías que mantienen el tono inquietante del after punk para obtener un excelente disco que demuestra que hay vida inteligente en el indie.