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"La voz es el instrumento más complicado"

  • Suhail Sergini actúa en el Isabel la Católica con su fusión entre el jazz y los ritmos del Norte de África

Suhail Sergini es un tetuaní que lleva casi treinta años viviendo en Granada. Fue fundador del grupo de música andalusí Shuka, una de las primeras formaciones con sonidos árabes en la ciudad y que mayor curiosidad despertaron en su momento. Laudista y cantante, Suhail Serghini ha colaborado con gente de la talla de Enrique Bunbury, Shakira, Antonio Carmona, de Ketama, la cantaora Esperanza Fernández o el músico marroquí Badejub, y esta noche en el Teatro Isabel actúa dentro del programa del Festival de Jazz con su grupo Suhail Sound System.

-Paseando por su biografía nace una inquietud: ¿cuántos grupos simultáneos tiene?

-Ahora sólo dos: Suhail Ensemble, Música de oriente medio y del Magreb, Ziryab Caló, flamenco-árabe y Suhail Sound System, infusión de diferentes estilos, tipo Khaled.

-Es de Tetúan, ¿ha visto la serie 'Entre costuras'?

-No he tenido tiempo para leer el libro pero confieso que la curiosidad me llevado a ver el segundo capítulo de la serie y… ¡Ay con los culebrones! La serie se centra en el año 1936 y yo soy del 61. En los años 70 Tetuán era bastante diferente y tengo un buen recuerdo conviviendo con españoles y judíos marroquíes en el colegio de Nuestra Señora del Pilar. En mi juventud, aparte de estudiar clásico en el conservatorio de música, tocaba en un grupo canciones de los Rolling, Beatles, Pink Floyd, Miles Davis o Peter Frampton, de quien me me encantaba Do you feel like we do. Cuando llegué a Granada empecé a convivir con los pajaritos de María Jesús era lo que había aquí .

-En los años ochenta/noventa estuvo a punto reconvertirse en un superventas ¿se imagina ahora al nivel de Khaled o así?

-Sí es cierto tuve la oportunidad con la EMI, a quién no le hubiera gustado llegar al nivel de Khaled; en mi caso disfruté del momento en Madrid con la parafernalia de las multinacionales, en cambio el destino me reservó otras cosas buenas. "Los caminos del Señor son inescrutables", que decía el clásico: me siento respetado y es un privilegio estar en el mundo de la música.

-También es un consumado pedagogo musical… ¿Cómo ve la enseñanza según Wert?

-En un principio me alegró saber que es un pilarista que ha llegado muy alto, cursó estudios primarios y secundarios en el Colegio del Pilar en Madrid y yo en el de Tetúan. Por otro lado me ha decepcionado como ministro. La educación requiere estabilidad y un proyecto a largo plazo. Hasta el momento nada de eso hemos conseguido en España. Por desgracia, pedir un acuerdo en materia educativa es ahora mismo pedir un imposible. Sin un consenso amplio, ninguna reforma puede funcionar.

-Y un conocido coleccionista de instrumentos magrebíes ¿toca todo lo que le cae en las manos?

-Empecé con guitarra clásica, mi pasión por la música ha forjado que me interese por otros instrumentos como el laúd árabe, el saz turco, el guembri gnawi, el buzuki griego, el bajo sin trastes, percusiones árabes… Y la voz, que es el instrumento más complicado.

-Actúa con el Sound System, ¿la música del Magreb mezcla bien? ¿Con el jazz también?

-Me acompañan músicos profesionales locales de prestigio. Andrew Linch a los saxos; Darío Moreno al piano y teclados; Philippe Aeby con la guitarra; Guillermo Morente bajo eléctrico; Jaime Párrizas con batería y voz, saz, laúd árabe y percusión. Es un grupo de raíz magrebí con ritmos y arreglos occidentales con la colaboración del bajista granadino Guillermo Morente, trabajamos en una mezcla original marcada por las experiencias de los músicos de jazz y mi trasfondo intercultural. Shaabi, Jazz, Gnawi, Reggae, ritmos árabes, africanos y caribeños se mezclan con melodías exóticas, pero al mismo tiempo de fácil acceso entre los cuartos de tono de la música árabe.

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