Actual

Descubren cientos de obras musicales inéditas en la Abadía del Sacromonte

  • María Julieta Vega ha localizado y catalogado más de 2.500 partituras que muchos investigadores daban por perdidas

Los descubrimientos de María Julieta Vega en el Monasterio de Santa Isabel la Real y en la Abadía del Sacromonte serían portada del National Geographic si, en lugar de partituras musicales, fueran piedras apiladas hace siglos. La investigadora, profesora de la UGR y directora de la Schola Gregoriana Iliberis presentó ayer el resultado de años de investigación en los que ha recuperado y catalogado fondos de "incalculable valor" del patrimonio musical granadino con el apoyo de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía.

En Santa Isabel la Real, la investigadora ha catalogado 41 libros corales, entre ellos el cantoral impreso por orden de Fray Hernando de Talavera en 1508, "casi un incunable", resaltó María Julieta Vega en la presentación en el Centro de Documenación Musical de Andalucía. En los cantorales se han revisado 2.642 obras distintas, de las que 1.057 son diferentes del repertorio clásico. "Algunas se repiten al aparecer en diferentes cantorales, por lo que, en realidad, el número total de obras catalogadas se eleva a 4.777", destacó.

Y además del canto llano contenido en los cantorales, la investigación ha rescatado 556 obras de autor conocido y 962 obras anónimas. "Cabría destacar 24 obras, muchas de ellas autógrafas, de fray Juan de San Antonio Contreras, organista de San Jerónimo desde 1806 y maestro de capilla desde 1828 hasta su exclaustración", resaltó la profesora sobre un trabajo que recupera obras que van desde el siglo XVIII hasta mediados del XX. La lista de compositores cuyo legado se conserva en Santa Isabel la Real incluye, entre otros, a los hermanos Guervós, Román Gimeno, Nicolás Ledesma o Antonio Palancar, que fue seis de la Catedral de Granada, donde desempeñó el cargo de maestro de capilla hasta su fallecimiento en 1872.

En cuando a la Abadía del Sacromonte, la musicóloga resaltó que "es la gran desconocida para muchos granadinos". Guarda tres cantorales mandados editar por fray Hernando de Talavera e impresos por el salmantino Juan Varela, entre ellos el Kyriale tropado, datado en 1506. Dejando de lado el canto llano, en el Sacromonte se han catalogado 2.147 obras de autores conocidos y 365 anónimas. Y entre los numerosos autores cuyas obras aparecen en este archivo, la investigadora destaca al padre Vicente de Valencia, fray Francisco Jiménez y Fernando Sor. "Los dos primeros tuvieron un papel fundamental en la aparición de la escuela granadina de música pero, hasta este momento, no se habían encontrado obras autógrafas suyas", dijo.

En cuanto a Fernando Sor y Montadas (1778-1839), Vega explicó que lo más destacable de su obra que se conserva en la Abadía es que se trata de una obra de juventud, "de las que se conservan muy pocas". El templo fundado en 1610 también guarda obras de Juan Francés de Iribarren (1698-1767), maestro de capilla en Málaga; Francisco Javier García Españoleto, maestro de capilla de Zaragoza; o José Roure Costa (1780-1855), organista de la Catedral de Granada y maestro de los seis entre 1815 y 1816. "Pero tampoco podemos olvidarnos de muchas obras anónimas de extraordinaria belleza que habría que analizar para buscar posibles atribuciones", continuó la también profesora de la Universidad de Andalucía.

También en la biblioteca de la Abadía, con más de 20.000 volúmenes, hay numerosas obras teórico-musicales "de gran valor". Para la musicóloga, la más significativa por su repercusión posterior en todo el mundo occidental es Margarita Philosophica, de Gregorio Reisch, edición publicada en Basilea por Furterius en 1517. Pero la Margarita no es algo aislado y junto a ella hay una edición princeps de Salinas, la Hymnorum recognitio de Antonio de Nebrija, de 1562, aunque fuera del siglo XVI hay también algunos dramas musicales de Wagner, precedidos de una carta prólogo de su autor, en edición de 1885.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios