La conocida estatua de Colón en Barcelona tiende su mano hacia el mar, el lugar que conquistó antes de llegar a América. La de Mario Maya que se inauguró ayer en el Paseo de los Tristes señala al Albaicín y al Sacromonte, donde comenzó a bailar con unas alpargatas medio rotas para acabar poniendo Nueva York a sus pies. José Ladrón de Guevara, amigo personal del bailaor, quiso subrayar en su intervención que, "viendo lo que se está haciendo con los monumentos públicos en Granada es una suerte que la estatua de Mario Maya haya caído en manos de Miguel Moreno", explicó el escritor refiriéndose, por un lado, al nutrido estatuario que se multiplica por las calles y, por otro, al creador de la obra.

A partir de una técnica mixta, de chapa forjada y soldada y cabeza y manos de fundición, la obra refleja un movimiento del artista, que parece prácticamente suspendido en el aire y con un expresivo gesto en el rostro. Miguel Moreno comenzó los trabajos en 2011 y, aunque no conoció personalmente al bailaor y coreógrafo, comenzó una inmersión en su vida a través de fotografías y entrevistas con sus amigos. Con este material intentó recrear su "personalidad y su genio". Una vez elegida la maqueta final quedaba el trabajo técnico, porque el equilibro es fundamental en la estatua del creador de espectáculos como Camelamos naquerar. "Lo importante es que parece que está suspendido, se apoya sobre dos puntos y tuve que conseguir que mantuviera el equilibro sea cual sea el punto de vista desde el que se mire", subrayó el autor que, para finalizar, pidió que los granadinos "disfruten y respeten la escultura".

El alcalde de Granada en funciones, Juan Antonio Mérida, destacó que la obra hace "efectivo" el homenaje de la ciudad a Maya, que queda así inmortalizado en un lugar "emblemático" como es el Paseo de los Tristes. "Maya está parado, pero en movimiento y en equilibrio constantes, nos recordará cada día el arte, el flamenco, el Sacromonte y la pasión que tiene Granada por su gente", señaló el regidor, quien adelantó que la Casa de las Chirimías, un edificio próximo a esta escultura en el mismo entorno del paseo, acogerá la sede de la Fundación Mario Maya. Además, la viuda del bailaor, Mariana Ovalle, acompañada de su hija Ostalinda Maya, se mostró "muy emocionada y muy agradecida" durante el acto de inauguración de la obra y señaló que la estatua supone para ella "un sueño que se ha hecho realidad". "Espero que Granada lo reciba como un regalo, porque creo que es un regalo que Mario vuelva a su casa; aquí queda Mario".

El acto de inauguración se convirtió en un espontáneo homenaje al artista al que sumaron multitud de personas del mundo del flamenco como Manolete, Juan Andrés Maya o Jaime Parrón.

También Juan de Loxa, autor de los textos de ¡Ay…Jondo!, la obra con la que Mario Maya revolucionó el flamenco junto a Camelamos naquerar, se sumó al homenaje por "su curiosidad por el mundo, por la cultura".