Desde Subterritorios iniciamos una serie de conversaciones con artistas y profesionales con los que colaboramos en el territorio común de la arquitectura. Rafa Blanco es un dibujante de gran talento, y un chico natural y tímido que prefiere hacerse una etapa de montaña que dibujar, porque según él no lo hace muy bien. Y quizás sea verdad, pero es justo esa la mejor cualidad de su trabajo, su talento increíble para imponer personalidad más allá de la técnica.

-El primer contacto con su trabajo fue a través de Malacuerva, ese proyecto "fanzinero" tan bonito que lleva con Carol Jiménez, ¿Cómo surge Malacuerva?

-Malacuerva surgió cuando vivíamos en Barcelona hace unos años, como excusa para trabajar en torno a la autoedición. Gracias a ese proyecto hemos podido participar en festivales y conocer a gente que hace cosas increíbles. Ahora mismo el proyecto está cogiendo polvo en el fondo del cajón. Ya sabes, la famosa frase de Neil Young "it's better to burn out than to fade away", pues algo así ha pasado con Malacuerva...

-La autoedición suele dar proyectos emocionantes, ¿pero es una opción profesional o solo tiene posibilidad como proyecto puramente artístico?

-¿Ser un ilustrador profesional y reconocido, tener fans en las redes y ser un referente?. No. Paso de eso, no me interesa. Solo dibujar por dibujar, sin más.

-¿Los proyectos profesionales pueden coartar la libertad creativa?

-No creo que los encargos profesionales coarten nada, los pocos que he tenido han respetado mucho la forma en que trabajo, y cuando no ha ocurrido se han cancelado. Prefiero hacer trabajos personales y estar feliz con lo que hago.

-Sitúo su trabajo en ese lugar quizá mal llamado 'underground', por el poco interés en agradar a un publico amplio y por un duro carácter personal que yo relaciono con Robert Crumb, ¿es una de sus referencias?

-Probablemente Robert Crumb sea padre de muchas cosas y por supuesto me gusta su trabajo, pero si tuviera que salvar solo a diez dibujantes de la quema, Crumb acabaría ardiendo. A mi el que definitivamente me voló la tapa de los sesos fue Ray Pettibon con esos dibujos acompañados de textos que quizás a priori no tenían conexión, pero que él las colocaba juntos creando múltiples lecturas, magia. Pero quizás mis referencias están fuera del dibujo, en el cine, la música y la vida misma. Aunque una vez me comparaste con David Lynch y eso me puso cachondo.

-Me interesa la personalidad que le imprime a tus trabajos cuando estos son menos sofisticados, imprecisos. También hay algo muy poético en los textos que mezcla con dibujos, quizás en esa referencia de Pettibon. -No me considero un buen dibujante, ni siquiera un dibujante. Quizás eso es lo que más me ha costado, darme cuenta de lo mal que dibujo y sentirme bien con ello. Tampoco escribo bien, me gusta usar el texto poco pero dándole más importancia de la que se le da normalmente, como una voz en off.

-Ha trabajado también con mitos generacionales como el Wrestling en 'Naturaleza Salvaje', y en esa misma línea ha lanzado tu mirada sobre los superhéroes, como en la serie 'Nada Fantástico'.

-Trabajo mucho desde mis recuerdos personales y de la infancia, que es donde sitúo las imágenes de Naturaleza Salvaje. Nada Fantástico es un proyecto que surge de la invitación de Colección Pusilánime, me comentaron que les gustaba mucho una ilustración de Batman que tenía y que, si yo quería, podía hacer una colección con superhéroes. Así que simplemente le di una vuelta de tuerca al tema, humanizarlos, desmitificarlos y reírme un poco del tema.

-Estas desmitificaciones son algo constante en el arte contemporáneo y quizás el gran tema en el Siglo XX, como por ejemplo en Duschamp. ¿Se posiciona para trabajar, o dibujas desde el instinto?

-Cuando dibujo no reflexiono demasiado sobre lo que hago. Nace como deseo pero luego es cierto que quiero aportarle cierta carga de significado. Muchas veces este significado solo lo veo yo, pero para mi es importante que esté, es mi guía. ¿Posicionamiento o instinto? Usa el instinto.

-Es quizás en esa actitud estética instintiva donde da más crudeza a sus dibujos, muy directos. Pero en otros momentos se detienes en cuestiones secundarias del paisaje tratándolos con gran detalle.

-La estética es algo que mimo mucho en mis dibujos, es algo importante, la trato como algo atmosférico.

-En el proyecto de Dulcimena Coffe & Go en El Realejo nos enfrentábamos precisamente a la cuestión de la atmósfera, el espacio tenía que trabajar una temática muy concreta, pero no queríamos ser naif. ¿Cómo afrontó este trabajo?

-Es quizás el trabajo más difícil al que me he enfrentado, no solo por el hecho de cambiar el papel y el estudio por un mural de tres metros de altura, sino también por trabajar sobre una estética que no controlaba y que buscaban los clientes de Dulcimena, pero además que funcionara con las ideas que como arquitectos teníais para el espacio. Al final estoy muy contento con la experiencia. Prueba superada.