Aunque su origen no está claro, son muchos los que atribuyen a Esteban Navarro la creación del término 'Generación Kindle' bajo el que se englobaría toda una serie de escritores que optan por las plataformas digitales para distribuir sus libros. La granadina Mercedes Pinto es miembro de esta generación. Cartas a una extraña es su última publicación, con la que opta a ganar el Concurso de autores 'indies' que organiza Amazon. En esta segunda convocatoria han participado 1200 obras, expuestas a la venta y crítica de los lectores durante los meses de julio y agosto, que con sus descargas y opiniones han sido protagonistas en la selección de los cinco finalistas. Cartas a una extraña destacó desde el principio, ocupando los primeros puestos del Top 100 general de Amazon España durante todo el concurso y llegando al número uno en varias ocasiones.

-¿Existe realmente una 'Generación Kindle'?

-Totalmente. Es un movimiento en el que muchos nos conocemos, nos ayudamos y comentamos nuestras experiencias. Yo considero como propulsora de esta generación a Blanca Miosi que ha triunfado en casi todos los países con sus libros; ella es de las primeras que subió sus libros a Amazon y las que nos puso en contacto a todos.

-¿Por qué decide publicar sus libros en formato digital?

-Los cuatro primeros los subí a Amazon porque estaba desesperada de que no me hicieran caso, después la cosa fue bien y me llamaron las editoriales para hacerse con ellos, son libros autoeditados pero me los compraron las editoriales. Después publiqué otro con el sello digital de Planeta de Libros. Se puede decir que soy una escritora 'híbrida', depende de la situación escojo una opción u otra.

-Se encuentra entre los cinco finalistas del Concurso de autores 'indie' de Amazon, ¿se esperaba lograrlo?

-Lo cierto es que no. Estaba terminando la novela y pensaba subirla a Amazon y fue cuando me di cuenta del concurso y pensé que, puesto que iba a subirlo a la web, podía tenerlo también en el concurso. Ha sido una experiencia fantástica, no me lo esperaba en absoluto.

-En su blog encontramos una defensa del escritor independiente. ¿Qué significa para usted ser 'indie'?

-Signifca todo. Para empezar, el hecho de autoeditar te permite que sea el lector el filtro, quien decide si la obra es buena o no. Además, el autor gana control sobre la publicación, pudiendo cambiarlo todos los detalles, se convierte en su propio editor.

-Pese a esas ventajas, el problema de la piratería afecta más al sector digital.

-Tenemos ese problema y no podemos ignorarlo, pero a pesar de él hay autores que pueden llegar a miles de lectores, ganar visibilidad, y vender más que el papel. Internet te permite ser libre y vivir de tu trabajo.

-Pese a todo, el formato físico tendrá sus ventajas.

-Claro, yo no tengo ningún empeño en que desaparezca, hoy precisamente llevo todo el día maquetando mi novela para subirla a la editora de Amazon para todos aquellos que quieran tenerla en formato físico. Pienso que con el tiempo desaparecerá, pero por motivos lógicos, será un formato para románticos, de lujo, como ahora el vinilo. De todas formas lo importante no es el soporte, sino el contenido.

-Los precios de los e-books son muy bajos, ¿salen rentables?

-Sí, porque se venden libros en grandes cantidades. Cartas a una extraña ha tenido ya más de 4.000 lectores en dos meses y vale tres euros, así que haz cuentas.

-También en su blog encontramos la sección 'Consejos para nuevos escritores'. ¿Se considera una profesora después de tantos años?

-No creo que profesora sea la palabra adecuada. Como ya he pasado por eso y sé que hay mucha gente tratando de entrar en este mundo, sé por todos los escollos que pasan, y me gustaría contarle mi experiencia porque a mí me hubiese gustado que lo hiciesen cuando estuve empezando.

-¿Son compatibles las generaciones acostumbradas a los mensajes de Twitter con una novela de muchas páginas?

-Claro que sí. Yo tengo muchos lectores jóvenes. Son cosas distintas, por ejemplo yo utilizo mucho Twitter y lo veo como un servicio de telegramas y eso no tiene nada que ver con dedicar tu tiempo de ocio a la lectura, a sumergirte en una aventura.