Poveda es una figura que une. Esa fue una de las afirmaciones que hizo el director de la película Poveda, Pablo Moreno, en el estreno celebrado en Guadix, cuando la cinta se estrenaba de forma simultánea en ciudades de todo el país. Pero Guadix, corazón del trabajo de Pedro Poveda, fue también el corazón del estreno de la cinta con un acto que se celebró en un Teatro Mira de Amescua lleno de público. Entre los espectadores, algunos extras que tomaron parte en el rodaje llevado a cabo en el barrio de las cuevas, lugar en el que Poveda inició su labor.

La alcaldesa accitana, Inmaculada Olea, fue la encargada de dar la bienvenida a los que tomaron parte en el estreno, como el director de la película, Pablo Moreno; o el protagonista, Raúl Escudero, actor que interpreta el papel de Pedro Poveda.

La del viernes fue sin duda una velada cinematográfica muy especial para la ciudad de Guadix, que según recordaba la alcaldesa en esta película "va más allá de ser un escenario para convertirse en un personaje más"; así como para los que, de una manera u otra, se implicaron en el rodaje que, según admitieron sus protagonistas, dejó huella en el equipo que estuvo trabajando en Guadix.

Hubo ocasión de recordar anécdotas, como la del gallo que siempre cantaba cuando se gritaba "Acción" y que nunca apareció "a pesar de buscarlo por todos los cerros". Para revivir la impresión que les dejó la constatación de la importancia que Poveda tiene en Guadix, que es entre sus vecinos tan conocido como Cristiano Ronaldo, tal y como tuvo ocasión de descubrir el actor que lo encarnaba. Para recordar la figura de Pedro Poveda, que desarrolló buena parte de su labor en Guadix en una etapa de su vida especialmente luminosa que queda reflejada en la película. E, incluso, para que la emoción del momento ahogara las palabras de Raúl Escudero recordando lo que este papel ha supuesto para él.

Fue, en definitiva, una noche mágica en la que el público vivió la emoción de ver el barrio de las cuevas y a su figura más destacada en la gran pantalla. Y en la que muchos de los asistentes eran, al mismo tiempo, protagonistas gracias a su participación como extras en el rodaje, algunos muy jóvenes.

Los actores Elena Furiase y Raúl Escudero protagonizan la película la cinta que narra la historia de Pedro Poveda (Linares, 1874 - Madrid, 1936), un sacerdote que abrió caminos en el campo de la educación y en la defensa de los derechos de las mujeres en las primeras décadas del siglo XX en España. Poveda comenzó su labor sacerdotal en las Cuevas de Guadix en 1901, una zona marginal y olvidada en aquel entonces. Allí se encontró con el problema de la educación al que respondió desarrollando una amplia tarea social y educativa, lo que despertó la simpatía de unos pero también las envidias de algunos sectores de la sociedad culta y clerical de la ciudad.

Tras una dolorosa salida, recaló en Covadonga, Asturias, donde inició en 1911 un novedoso movimiento impulsado por mujeres jóvenes para formar un profesorado cristiano cualificado, que fue el origen de la Institución Teresiana.

En Jaén, Poveda conocerá a Pepita Segovia (Elena Furiase), primera mujer licenciada en educación de la ciudad y primera directora de la Institución Teresiana. Josefa será un pilar fundamental en su desarrollo tanto dentro como fuera de España.

Más tarde, en 1921, el sacerdote se asienta en Madrid donde combina diversas tareas sacerdotales, sociales y educativas, entre ellas la Hermandad del Refugio. Además, vivirá la España convulsa de los años 30 hasta la guerra civil, un contexto en el que Poveda será víctima de la violencia y la intolerancia. El sacerdote murió el 28 de julio de 1936 dando testimonio de su fe. Tras su muerte, Poveda fue reconocido por la Unesco como 'Pedagogo y Humanista' y canonizado en 2003 por el Papa Juan Pablo II.