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"Hay autores indiscutibles que están dejando de leerse"

  • El literato granadino y director de 'Extramuros' presenta en la librería Picasso 'Centinelas del sueño', donde mezla la poesía con su afición por la Astronomía

Mirando el firmamento aunque cuidando de no meterse en charcos. Francisco Acuyo presenta esta tarde en la librería Picasso Centinelas del sueño (Eda),un libro en el que la noche no huele a humo y las estrellas son tales y no luces de neón. No en vano, Acuyo pertenece a la Asociación Granadina de Astrónomos.

-¿Qué rompe y qué continúa con este nuevo libro?

-Es un libro que a mi juicio rompe mi trayectoria anterior pero manteniendo ciertos conceptos. Aunque uno pueda cambiar las formas hay cosas, rasgos, que marcan la manera de hacer de un poeta. Pero hay singularidades. Está centrado en la temática de la visión del universo, la visión de las estrellas. De hecho, el primer poema es un recorrido por las diferentes constelaciones, acompañado de mi hijo. Por un lado es una enseñanza a la persona que tengo a mi lado y por otro lado es una excusa para hacer una poesía comprometida con ese mundo mágico que es la noche.

-El prólogo de Manuel Mantero tiene un papel relevante.

-Es un prólogo muy significativo donde Mantero introduce al lector en mi universo poético particular. Ese camino de indagación en el Cosmos sirve también como vía de integración con la realidad cotidiana, con poemas dedicados a amigos entrañables. Pero está el mundo de la noche, de las estrellas...

-El libro se divide en 'Centinelas del sueño' y 'Los tratados del tiempo'. Tiempo y sueño, dos conceptos que retroceden casi hasta Calderón de la Barca...

-Hay una temática que vertebra la primera parte, la contemplación estelar y todas las sugerencias poéticas que van apareciendo y que aparecen en los versos. Los tratados del tiempo están algo más integrados en lo cotidiano pero sin olvidar el tema de la noche.

-Quien busque poesía amorosa al uso deberá buscar otros títulos.

-Sí. De hecho tengo un libro de amor, pero tengo un concepto de amor distinto.

-Quizás tristeza no es es la palabra, pero en sus versos acuden palabras como ruinas, bruma, pálida silueta... Es un tono casi otoñal.

-Puede ser en el sentido de que es verdad que la observación del mundo de la noche es una manera de olvido de los sinsabores de la vida cotidiana. Puede haber un carácter otoñal, pero no pesimista ni negativo. Mi poesía tiene el carácter de la vitalidad. Vida y poesía son indisolubles.

-Habla de vida, pero no en el sentido de poetizar con el hecho de tomarse quince cubatas.

-Creo, con toda la modestia, que la poesía tiene que tener un rigor y un tratamiento del lenguaje. Respeto todos los caminos de expresión poética, pero necesita una construcción formal que vaya en congruencia con las ideas del poemario. Cuido la forma, pero también el pensamiento. Hay mucho contraste entre lo que hago y la poesía que domina hoy en día. Para mí, la construcción de un poema necesita de un conocimiento exhaustivo del lenguaje, algo que me ha valido estar fuera de onda, pero participo del pensamiento de Vicente Aleixandre en el sentido de que la poesía es un mundo generoso.

-Entonces, ¿se le podría dar el Premio Lorca de Poesía a Curro Albaycín?

-Prefiero no entrar en ese tipo de polémicas porque son bastante lamentables, aunque puedan tener su gracia. Pero esconde cosas dramáticas detrás, el mundo de la competencia, un mundo del que prefiero estar ajeno, Creo que el ejercicio poético es de introspección, donde lo primero es el compromiso con el arte, y lo demás se puede circunscribir a una cosa meramente anecdótica.

-Como director de la revista 'Extramuros' se le supone bien relacionado. ¿Por qué publica en una editorial malagueña como Eda?

-También llevo una editorial, donde hacemos un esfuerzo notable. No sé si en Granada es más complicado, pero cuesta mucho mantener en esta ciudad una trayectoria de títulos al margen de las modas literarias que están imperando. Clara Janés y Rafael Guillén están publicando en esta editorial. Eda tiene una apertura de miras que quizás en Granada se está perdiendo. Lo lamentable es que estamos empezando a ver cosas tristes como que la producción poética se limita a una determinada forma de hacer poesía, que esconda a otras maneras y otras vertientes.

-¿Se refiere a autores que publican en Visor?

-Prefiero no entrar ahí.

-¿Huye de los premios poéticos?

-Si uno se atiene a cómo se barajan las cosas, es cierto que no hay que ser muy listo para darse cuenta que la poesía premiada tiene unas directrices que son siempre las mismas. Me parece que deberían de abrirse los jurados a todo tipo de poesía. No tengo mucha confianza en los premios, aunque es verdad que cuando termino un libro no tengo problemas en encontrar editorial.

-¿Cómo imagina usted a su lector 'tipo'?

-Es un lector fundamentalmente de poesía, que tenga una formación no tanto cultural como poética, que sea un lector abierto. Tengo lectores asiduos y devotos de mi poesía. Como decía Juan Ramón cuando hablaba de la inmensa minoría.

-¿Cree que Juan Ramón no vendería un libro si fuera un escritor de hoy en día?

-Esa es mi opinión. Hay autores indiscutibles que están dejando de leerse, caso de Juan Ramón o Vicente Aleixandre, un escritor increíble.

-¿Se hace pasar por poesía lo que no deja de ser un buen estribillo para una canción?

-Sí, de hecho se pone el ejemplo de Bob Dylan. Hay que reconocer que tiene más validez como músico que como poeta, y soy un apasionado de él. Tiene usted razón, como decía Aristótoteles todo lo que se hace en verso no es poesía.

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