Lo bueno de ser una banda que supera océanos es que, a falta de casi un mes para que vea la luz tu nuevo disco, puedes permitirte el gustazo de interpretar algunas de tus futuras canciones y contemplar lo bien que ya han calado en un público del que sólo te distancian miles de kilómetros. A la espera del inminente lanzamiento de Wilco, The Album, la banda que lidera Jeff Tweedy dejó anoche bien claro en Granada lo enorme que puede llegar a ser la distancia que separa a una buena banda de otra, como ella, que ya se ha ganado ser una de las imprescindibles del rock de todos los tiempos.

Wilco. The song o You never know fueron los pequeños adelantos que los de Illinois regalaron al público más incondicional que cambió el buen fútbol por la mejor música. Quienes se mueven bien por internet ya las habían podido escuchar a través del myspace del grupo, pero en directo supieron aún mejor.

Con la muerte de Jay Benet, ex componente de la banda, aún demasiado reciente, Tweedy y los suyos no escatimaron en minutos en el escenario para repasar algunas de las canciones del último Sky Blue Sky (Impossible Germany, Walken, Hate it here...) junto a otras que ya han pasado desde hace años a engrosar su lista de éxitos, como I'm trying to break your heart, Jesus, etc, Hadshake drugs, Hell is chrome, I'm a wheel, A ghost is born, Hummingbird o At least that's what you said.

Junto a un Tweedy más entregado y ejerciendo como pocas veces de líder de la banda, los otros cinco 'Wilcos' unieron sus fuerzas sobre las tablas para balancearse del rock más suave a las melodías con tintes fronterizos de folclore al más puro estilo country y hasta algunos pequeños dejes con sabor a jazz. Nels Cline sacudiendo con fuerza su guitarra, John Stirrat tomando el pulso de las canciones al bajo, el estallido de fuerza de Glenn Kotche a la batería y las percusiones y Pat Sansone y Mikael Jorgensen como hombres orquesta al piano, teclados y casi de todo, confluyeron con una energía casi ensordecedora, capaz hasta de generar tormentas musicales.

Orden y caos. Música de paz y rock para traviesos. Demasiadas buenas bandas en una sola...

Y sólo una pequeña objeción. Que la confirmación del concierto llegara tan tarde, después de envidiar sanamente a Málaga y a Sevilla por poder disfrutar de uno de los directos más interesantes que se han podido ver en los últimos meses y que, junto a la final de la Champions League, hicieron que el lleno del teatro no fuera tan contundente como en otras ciudades.