Lagartija Nick desenterró anoche el espíritu del cineasta-poeta-filósofo-inventor José Val del Omar para inaugurar la edición 2010 del Festival Internacional de Jóvenes Realizadores de Granada en el Teatro Isabel la Católica. La banda no sólo tocó los temas de su disco Val del Omar, publicado en 1998 y que ahora va a ser reeditado, sino que puso en práctica una de las teorías-propuestas del cineasta: la diafonía.

"La diafonía se diferencia del sonido estéreo en que mientras el estéreo tiene dos fuentes de sonido, a derecha e izquierda, en la diafonía las fuentes de sonido son delante y detrás", explicaba José Ángel Arias, uno de los miembros del grupo poco antes del concierto. De ese modo, mientras la banda estaba tocando en el escenario, por los altavoces situados en la parte trasera de la sala y en las diferentes plantas iban sucediéndose sonidos difusos, a veces chocantes, siempre fascinantes que sorprendieron al público desde que la banda interpretó el primer tema de la noche, titulado, precisamente, Val del Omar.

A lo largo del concierto, que el grupo repetirá en noviembre en el Centro Reina Sofía de Madrid, la banda granadina fue desgranando uno de los discos más oscuros e incomprendidos de la banda granadina, pero también uno de los más ricos: todos los textos son de José Val del Omar y están llenos de alusiones al espacio y el tiempo, al mundo del cosmos y de las cosas.

Canciones como Sin fin, Meca-mística, Yo día y orden, Táctil-visión, Persona e impersona fueron sucediéndose sobre el escenario para recuperar el valor de uno de los cineastas más innovadores y creativos que ha dado el país y cuya labor comienza a ser reconocida ahora.

Val del Omar, muerto en accidente de tráfico en 1982, fue el inventor del zoom y de técnicas cinematográficas y sonoras, como la "táctil-visión", que ni siquiera se han llegado a poner en práctica.

"Todo el mundo habla de las teorías de Val del Omar y de lo geniales que son, pero nadie las ha puesto nunca en práctica", señalaba Arias. El cineasta planteaba, por ejemplo, una sala de cine con cuatro pantallas, una en cada una de las paredes, o el sonido diafónico que envolviese todo el recinto. Eso fue lo que experimentó ayer Lagartija Nick, con Antonio Arias al frente, y con la ayuda de ordenadores, sintetizadores y teclados.

Música envolvente y dura, letras místicas, ambiente brutal. Eso fue lo que sucedió anoche en el Teatro Isabel la Católica. Es el comienzo del Festival de Jóvenes Realizadores. Un comienzo espectacular y sorprendente, lleno de nuevas propuestas.