Los animales están íntimamente unidos a algunos de los nombres fundamentales del arte contemporáneo andaluz. Unos utilizan su imagen, clara o veladamente, como símbolos trascendentales de su obra. Ocurre con Santiago Ydáñez, quien recurre a veces a un maestro taxidermista que se encarga de disecar animales que posteriormente pinta, y que con un conjunto de ciervos quiso representar a la Santísima Trinidad. Otros tantos sólo acuden a ellos como el elemento protagonista. Pablo Capitán, por ejemplo, fotografió durante un tiempo un curioso proceso, el de un grupo de orugas procesionarias que andan siempre en fila una detrás de otra y que, tras encerrar en un panel cuadrado del que no podían salir, terminaron formando una enorme espiral.

El Palacio de los Condes de Gabia inauguró ayer La imagen y el animal, una exposición que se puede visitar hasta el 6 de febrero y que se interroga por el vínculo entre la imagen y el animal desde diferentes perspectivas, de los símbolo sagrados a la intuición de su pura presencia, de la esfigie y el retrato zoológico del signo icónico a la alegoría, todo ello dentro del contexto del arte contemporáneo andaluz.

La selección de artistas y obras se ha realizado en virtud de sus afinidades. La necesidad de dotar a la exposición de una unidad plástica ha hecho que los medios se hayan limitado al ámbito de los objetos, en este caso, pintura y escultura. Los autores son los artistas Pablo Capitán, Martín Freire, Rubén Guerrero, Cristina Lama, Miki Leal, Antonio Montalvo, José Miguel Pereñíguez, Paco Pomet, Marina Vargas, Santiago Ydáñez, Domingo Zorrilla, Jesús Zurita. La imagen y el animal es un proyecto de arte contemporáneo andaluz comisariado por Javier Sánchez.