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Care Santos rescata las viejas leyendas de Barcelona en 'Habitaciones cerradas'

  • La novela es un homenaje al folletín decimonónico y un retrato de la Ciudad Condal a través de toda su historia a comienzos del siglo XX, cuando comenzó a crecer de forma espectacular como espacio vivo

La Barcelona de comienzos del siglo XX mezclada con la Barcelona de comienzos del siglo XXI. Los viejos mitos de la Ciudad Condal, con sus leyendas y sus encantos. Todo eso forma parte de la novela Habitaciones cerradas, de la escritora Care Santos, una mezcla, según ella, "de novela histórica, de folletín decimonónico, de libro de misterio..." Y, de fondo, Barcelona. Siempre Barcelona.

"Habitaciones cerradas era una idea que me rondaba la cabeza desde hace mucho tiempo", explica la escritora. "Algunas novelas terminan siendo una monomanía, y ésta lo fue para mí. Quería hacer un libro sobre Barcelona y la idea de fondo que es la tesis del libro: '¿qué quedará de nosotros para las siguientes generaciones?' Fue una novela con la que me he peleado mucho por el planteamiento formal. De hecho, no estaba satisfecha y terminé tirándola al cubo, pero alguien la rescató".

Habitaciones cerradas narra la historia de Violeta Lax, una mujer que llega a Barcelona procedente de Chicago para contemplar un fresco pintado por su abuelo en el patio de una vieja casona familiar semiabandonada. En las obras de restauración de la casa aparece, de pronto, oculta, una habitación de la que nadie tenía noticia y restos humanos de más de setenta años. Eso hará que Violeta Lax emprenda una serie de indagaciones que la ayudarán a reconstruir la verdadera historia de sus antepasados. Y en esa historia se cruza el personaje catalán -real- conocido como el Santet, Francesc Canals Ambrós.

"El Santet es un personaje real que murió por una enfermedad infecciosa a los 22 años en 1899", comenta Care Santos. "Es objeto de un culto popular enorme en Barcelona. Su nicho del cementerio de Poble Nou está lleno de exvotos, de regalos, de donaciones, de cartas de petición. Nunca ha sido canonizado, por eso su leyenda es exclusivamente popular. Se decía que era capaz de adivinar la edad en que moriría alguien con sólo mirarle a los ojos. Tras su muerte, sus compañeras de trabajo en los Grandes Almacenes El Siglo, empezaron a rendirle culto en su tumba".

Cuenta la leyenda que El Santet predijo la destrucción de los Grandes Almacenes El Siglo en la navidad de 1932. Y así sucedió. "Aunque eso es una leyenda que yo no he podido corroborar", señala Care Santos.

"Es muy difícil de definir esta novela", dice la escritora. "Yo sólo recomendaría leerla. No es una sola historia, sino una historia integrada por diferentes géneros diferentes. Una parte ocurre a comienzos del siglo XX y finales del siglo XIX y otra a comienzos del siglo XXI".

Habitaciones cerradas narra las vicisitudes por las que pasó Barcelona desde la época del Ensanche, y que van desde la Semana Trágica hasta la Guerra Civil. "La época que retrato de Barcelona es aquella en la que experimento un crecimiento de forma espectacular", explica la autora. "Barcelona vivió un crecimiento tardío, pero increíble. Sé que hay muchos libros sobre Barcelona. No es extraño que exista tanta literatura en torno a la ciudad, porque es un territorio muy literario. En Barcelona se producen historias que piden a gritos ser contadas en una novela".

Habitaciones cerradas se caracteriza también por la mezcla de un buen número de estilo literarios: aparecen reseñas y críticas de arte, e-mails, correspondencia epistolar. "Lo más complejo de este libro han sido precisamente las formas literarias", indica Care Santos. "Yo he querido hacer un homenaje a la literatura epistolar, y la aparición del e-mail ha vuelto a poner de moda ese género. Hoy la gente joven y no tan joven escribe continuamente e-mails, por eso los recojo en la novela. También pretendo que sea un homenaje al folletín decimonónico".

Care Santos confiesa en su página web que, para ella, hay un antes y un despúes de esta novela. "No sólo porque en ella he saldado deudas contraídas con viejos temas que tenía en la recámara desde hace mucho tiempo, sino porque he trabajado mucho y con mucho esfuerzo. La tiré a la basura el día que cumplí 40 años y la volví a recuperar porque algunas personas cercanas insistieron en que lo hiciera. Mientras escribía, a menudo pensaba que no sería capaz, que me había embarcado en algo demasiado grande. Ahora que está acabada, pese a la incredulidad, siento que es mi mejor libro y que el esfuerzo merecía la pena". También Barcelona.

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