el que apaga la luz

Federico Vaz

Coros y danzas

LA segunda muerte de Francisco Ayala será de susto y acaecerá cuando en el presunto más allá el escritor se entere de que para vestirle de santo desnudaron a otro, esto es, que para dar su nombre a la estupenda biblioteca recién abierta en los terrenos de la Hípica -de equinos a libros, es un avance- dejan a los vecinos del mismo barrio sin otra sala de lectura, la muy utilizada biblioteca de la Plaza de las Palomas, tal vez la más segura de España, con la comisaría puerta por puerta y que costó no pocas movilizaciones vecinales conseguir. Y cuando sepa Ayala que, para más inri, en los anaqueles sobre los que lucían sus amados textos cervantinos se amontonarán en su lugar instrumentos populares como la bandurria, el botijo y el capazo, el mirlitón, el pandero y la botella de anís El Mono con su cuchara, ya que el inmueble se convertirá en sede del Grupo Municipal de Bailes Regionales.

El edil de cultura Juan García Montero ha tangado a los zaidineros, a quienes nunca contó que para estrenar una biblioteca debían renunciar a otra, pero además les ha demostrado que, atendiendo al modelo cultural que propone el Partido Popular para Granada, la concejalía que dirige debería llamarse de Educación y Descanso, como la obra difusora del viejo sindicato vertical que compartía la promoción de los Coros y Danzas con la Sección Femenina. Puestos a optimizar recursos, prosaica excusa dada por el gobierno local para la eliminación de la biblioteca, en el lugar podrían concentrarse todas las manifestaciones más añosas y tradicionales que a nuestro concejo tanto gusta promover: los castings para Operación Zarzuela, los ensayos de las bandas de cornetas y tambores y de coros rocieros e incluso albergar taquillas para que los tunos guarden sus astrosos terciopelos y sus panderetas.

Todas esas manifestaciones de nuestro más rancio acervo unidas y coordinadas en un único recinto pueden dar grandes frutos para nuestro enriquecimiento intelectual y hacer de Granada aventajada candidata a Capital Cultural del Tercer Mundo. Por las Angustias los granadinos pueden disfrutar de sus logros en magnas demostraciones folclóricas en el Estadio de Los Cármenes, como aquellos añorados primeros de mayo en el Bernabeu. En la Plaza de las Palomas el IMFE podrá organizar cursillos de tremolación del Pendón de Castilla para los desempleados, y para ellas, corte y confección y cocina, o desde la Concejalía de Familia instruir a las jóvenes para ser buenas patriotas, buenas cristianas y buenas esposas. El no va más de tanta tradición recuperada sería nombrar a doña Pilar Primo de Rivera, que Dios tenga en su gloria, concejala de Familia perpetua. Eso sí, el acto habría que llevárselo a Bibataubín, junto al monumento a su hermano El Ausente, que para entonces en la Plaza de las Palomas no cabremos tantos.

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