LA semana pasada la Fiscalía abrió diligencias para investigar si el Ayuntamiento de Granada cometió delitos contra el patrimonio histórico al sujetar mediante anclajes de hierro los toldos de la procesión el Corpus a varios monumentos, entre ellos la propia Casa Consistorial y la Catedral. Con esta decisión zanjaba la reclamación efectuada por el concejal de Cultura contra la Junta de Andalucía por su exceso de celo en censurar la actuación municipal. No sólo no ha habido persecución sino que el municipio ha infligido presuntamente daños al patrimonio. En el caso de la Catedral, los técnicos han contabilizado 80 agujeros en sus muros centenarios. Tiempo le ha faltado a la Junta para abrir un expediente administrativo, al margen de la investigación del fiscal, que puede suponer 300.000 euros de sanción al Ayuntamiento. Aunque los dimes y diretes entre Pedro Benzal y Juan García Montero forman parte del paisaje político de Granada, en este caso el concejal ha cometido un tremendo error.